Los celos, justificados o no, pueden afectar la vida de la pareja, transformando la relación en una pesadilla para ambos. No se ha investigado mucho sobre los celos, a pesar de que estos forman parte de la vida de muchas parejas.
Revisar el móvil de la pareja, estar pendiente de si mira a otros/as en la calle, alterarse cada vez que la mujer o marido llega un poco tarde a casa, revisar la ropa interior del otro en busca de “pruebas”… Son algunas de las maneras en las que se manifiesta este problema.
En ocasiones existen razones para sentirse amenazado, pero en muchos casos los celos son injustificados. Incluso la persona que los manifiesta reconoce que confía en la fidelidad de su pareja, y se da cuenta de que sus celos superan los límites razonables.
¿Cómo distinguir los celos no justificados de los celos razonables?
Lo primero que debemos pensar es si existe una razón real para sentirse inseguro con la pareja. Inseguro no necesariamente implica celoso, que persona tenga motivos para sentir inseguridad con la pareja, no significa que ésta sea infiel o vaya a serlo.
¿Cuáles son motivos justificados o razonables para sentir inseguridad?
Algunos ejemplos son: que la pareja no quiera pasar tiempo a solas, sexualidad o intimidad con su compañero/a, que manifiesta de forma explícita atracción por otras personas, que la comunicación en la pareja sea deficiente, que haya sido infiel en el pasado y ahora mantenga sus áreas privadas con mucho secretismo, consumo de drogas o adicciones. Las adicciones en sí mismas son un motivo para desconfiar.
Por supuesto esto depende de cada pareja, algunas viven estas situaciones con tranquilidad, pero de no ser así, estos pueden ser motivos que ocasionen desconfianza en la pareja, aunque en absoluto tienen por qué ser señales de infidelidad.
Si no se dan estas situaciones, y aún así la persona manifiesta celos, estamos ante un problema emocional muy relevante, ya que la línea que divide la fantasía de la realidad se difumina.
La persona celosa
Las personas que manifiestan estos celos viven un auténtico infierno. Es un dolor agudo que abarca gran parte de la mente de quien lo sufre y puede convertirse en una obsesión.
La necesidad de control que manifiesta, provocará en su pareja con el tiempo sentimientos desagradables de invasión, falta de espacio, falta de confianza, miedo, angustia, rabia y resentimiento. Inevitablemente se producirá un distanciamiento entre ambos.
Esto suele llamarse en psicología “Profecía auto.cumplida”. Cuando imaginamos algo malo, nuestro comportamiento se modifica en función a ello. Esto provoca que la pareja se sienta mal con nosotros y se acabe alejando. Así nuestro miedo terminará por hacerse realidad.
Es muy difícil gestionar estos celos, abandonar ese bucle y comenzar a depurar estos aspectos tóxicos en la relación.
Causas de los celos
Lo celos pueden estar relacionados con problemas de autoestima, en otros casos con un vivencia temprana de abandono y el temor inconsciente a que esto se repita. En otras ocasiones la persona celosa está acostumbrada al control como forma de vivir su vida. Por eso que no tolera la incertidumbre que implica compartir la vida con alguien más. Por esta razón tratará de controlar todo lo relacionado con su pareja, sus pensamientos, acciones o sentimientos.
Cada caso es único y se debe desentrañar el significado de este síntoma en la vida de una persona. Una persona celosa puede ser buena persona y llegar a ser un buen compañero/a. Pero aún así necesita resolver ese mecanismo tóxico, y aprender a gestionar las situaciones o sentimientos que le desbordan.
Cómo superar los celos
No hay una receta mágica, los síntomas psíquicos se eliminan con psicoterapia. Estos son algunos consejos para las personas celosas sin motivos objetivos, y que desean trabajar este problema.
- Cuando sientas celos respecto a tu pareja, intenta hacer el siguiente ejercicio: piensa qué sentimiento tienes, y con qué cosas de tu historia personal y tu autoestima se relaciona. Es una buena idea llevar contigo una libreta y registrarlo cada vez que suceda. Esto puede servir para calmarte y no culpar al otro aporta un gran beneficio, ampliando tu conciencia emocional respecto a los celos. Es un ejercicio que te permite ser consciente de estos sentimientos.
- Comparte tu problema con tu pareja, conviértelo/a en un aliado para superarlo. Explícale cuando te surja este sentimiento, cuéntale cómo has conseguido detectar la emoción y sus características, si necesitas algo de él/ella para calmarte un poco. Pregúntale lo que necesites con tranquilidad y cariño, antes de que la emoción te desborde.
Por eso es importante el registro del primer consejo, así podrás darte cuenta más fácilmente cuándo comienza el ciclo del pensamiento. Haciendo este esfuerzo evitarás el alejamiento en la pareja.
Algunas personas que llegan a la consulta del psicólogo por celos, ya sean justificados o no, acuden para evitar que su pareja les abandone. Pero es importante saber que el primer beneficiario del tratamiento será la persona celosa, ya que este sentimiento es indicador de que se sufre un problema emocional que afecta a su vida.
Vale la pena plantearlo como una transformación que en primer lugar, se hace por amor propio y, en segundo lugar por amor a los demás.
Elena Pérez Martín, psicóloga en Masquemedicos
Elena Pérez Martín. Especialista en Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica