Para adelgazar es importante mantener una actitud positiva. Los tratamientos para la obesidad deben ir siempre acompañados de un programa de cambio de hábitos para mantener los resultados obtenidos, y de profesionales que puedan ayudar a los pacientes a ser positivos y mantenerse con ganas de seguir adelante y alcanzar su meta. Por ello el apoyo psicológico es importante.
El apoyo psicológico para adelgazar
Cuando utilizamos algún dispositivo o técnica para perder peso, es indispensable, además del seguimiento medico, aprender a modificar los hábitos y comer de forma equilibrada siempre. La ayuda psicológica puede ser la clave para afrontar este proceso. Acompañar el proceso de adelgazamiento con terapia psicológica, buscando identificar aquellos pensamientos irracionales que desencadenan la ansiedad por comer, y aprender a enfrentarse a ellos.
Los programas y técnicas para solucionar el problema de la obesidad no dan unos resultados duraderos, es necesario que la persona también modifique sus hábitos y su estado de ánimo. Hasta que esto no suceda, ninguna dieta conseguirá los efectos deseados. En este punto la actitud que tengamos, juega un papel muy importante, las técnicas de relajación pueden ayudar, pero es muy importante contar con apoyo psicológico.
De hecho, las personas con sobrepeso que forman parte de grupos de autoayuda para conseguir adelgazar, bajan más peso que aquellos que hacen dieta solos. Más del 50% de los que asisten a estos grupos de autoayuda para la pérdida de peso, logran mantener los resultados durante dos años.
Es necesario tener un compromiso de forma consciente para controlar la forma de comer y también para aumentar la actividad física. La parte más complicada es mantener estos hábitos una vez aprendidos, y no volver a las antiguas costumbres y al sedentarismo.
Se ha comprobado que es posible superar los instintos biológicos con capacidades cognitivas, por ejemplo, llevando un registro cada día de todas las comidas, contribuye a mantener presente en nuestra mente cuál es el problema y cuál la solución; otro buen aliado es recurrir al ejercicio físico para controlar la ansiedad, este ayuda a fortalecer la voluntad y a vencer aquellos momentos en los que podemos tener un ataque de hambre psicológico causado por la ansiedad.
La clave para adelgazar es marcar metas alcanzables
Es fundamental marcar pequeños retos, que sean fáciles de superar, e ir avanzando paso a paso. La mayoría de las personas que abandonan las dietas, lo hacen porque se sienten frustradas ante objetivos ilógicos e inalcanzables, es importante conocer nuestros límites.
El mayor reto es conseguir estar contento con una pérdida de peso modesta, que podamos mantener con el tiempo.
Comer por estrés o ansiedad
En muchos casos la obesidad puede ser resultado de no haber conseguido superar algún episodio traumático en nuestra vida, a esto se le conoce como Obesidad Psicógena Reactiva. Otra posibilidad es que aumentemos de peso por intentar controlar nuestra ansiedad con la ingesta de comida excesiva, a esto se le conoce como Obesidad Psicógena de Desarrollo.
Las sensaciones que nos produce el acto de comer son placenteras, por esta razón acudimos a la comida para tranquilizarnos.
Cuando comemos algo que nos gusta conseguimos un refuerzo inmediato. Cuando percibimos esto, es posible que comencemos a aumentar la ingesta de alimentos. Entramos en un círculo vicioso en el que comemos por estrés y engordamos, y al vernos mal nuestra autoestima disminuye, nos sentimos mal y comemos.
Esto implica muchas dificultades en nuestra vida, pudiendo traer como consecuencia una baja autoestima y ansiedad, así como una limitación de la vida social.
Puede limitar nuestra calidad de vida y desarrollo tanto personal como laboral. Sin quererlo estamos ayudando a nuestro cuerpo a mantenerse en ese sobrepeso que no es saludable para nosotros.
Para trabajar la obesidad, el tratamiento debe ser multidisciplinar, siendo el apoyo psicológico una clave importante.
Clínicas Dorsia, expertos en Medicina y Cirugía Estética
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