La salud bucodental no depende únicamente de una buena higiene y visitas regulares al dentista. La genética es un factor crucial en aspectos como la predisposición a enfermedades bucales, la estructura de los dientes y la respuesta del cuerpo a ciertos tratamientos. A continuación, explicaremos cómo los genes pueden influir en la salud de nuestra boca y qué medidas podemos tomar para mantenerla en óptimas condiciones.
La influencia de los genes en problemas dentales comunes
- Caries dental
La caries es una de las afecciones más comunes en el mundo, y aunque su desarrollo está relacionado con factores como la acumulación de bacterias, la dieta y la higiene oral, también tiene un componente genético. Variantes genéticas específicas, como las asociadas al gen MBOAT7 o RELT, pueden aumentar el riesgo de desarrollar caries al afectar la resistencia del esmalte o la formación de la película protectora dental. Sin embargo, una buena higiene bucal puede mitigar estos riesgos incluso en personas con predisposición genética. - Enfermedad periodontal
La periodontitis, una enfermedad inflamatoria que afecta las encías y los tejidos que soportan los dientes, también tiene un componente hereditario. Polimorfismos en genes relacionados con la respuesta inmune, como IL1 e IL6, pueden aumentar el riesgo de inflamación crónica. Conocer esta predisposición puede ayudar a implementar estrategias preventivas más estrictas. - Función protectora de la saliva
Los genes también afectan la composición y pH de la saliva, un factor clave en la protección contra caries y otras enfermedades bucales. Una saliva menos efectiva puede predisponer a problemas dentales.
Genética y éxito de tratamientos dentales
La genética no solo influye en el desarrollo de enfermedades bucales, sino también en la respuesta a tratamientos odontológicos. Por ejemplo:
- En implantes dentales, variantes genéticas como las relacionadas con el gen IL1RN pueden aumentar el riesgo de periimplantitis (inflamación alrededor del implante), lo que puede comprometer su éxito.
- En casos de ortodoncia o tratamientos estéticos, las características genéticas pueden determinar el tiempo necesario para obtener resultados óptimos.
Prevención personalizada: clave para minimizar riesgos
Aunque nuestros genes pueden predisponernos a ciertos problemas dentales, no son determinantes. Adoptar hábitos saludables es esencial:
- Mantener una rutina rigurosa de higiene bucal (cepillado, uso del hilo dental y colutorios).
- Reducir el consumo de azúcares para limitar el crecimiento bacteriano.
- Realizar visitas regulares al dentista para revisiones preventivas.
- Informar al odontólogo sobre antecedentes familiares relacionados con problemas bucales para personalizar los cuidados.
Además, los avances en genética están permitiendo desarrollar estrategias preventivas más efectivas y tratamientos personalizados basados en el perfil genético de cada paciente.
La genética desempeña un papel importante en nuestra salud bucodental, desde la predisposición a enfermedades hasta el éxito de ciertos tratamientos. Sin embargo, no debemos olvidar que los factores ambientales y los hábitos diarios tienen un impacto significativo. Con una combinación adecuada de prevención personalizada y cuidado profesional, es posible mantener una sonrisa sana independientemente de nuestra herencia genética.
Dra. Pilar Garrido Lapeña, Médico Estomatólogo
Dra. Pilar Garrido Lapeña en Masquemedicos