Al nacer, los bebés apenas son capaces de distinguir algunas formas a su alrededor, pero poco a poco la vista va desarrollándose a medida que van creciendo.
A medida que su capacidad visual se desarrolla, también lo hacen su coordinación y aprendizaje.
Para ayudar a los pequeños en este proceso, puedes poner en práctica algunos juegos y ejercicios sencillos, que recomendamos a continuación, teniendo en cuenta la edad del niño.
Niños de 0 a 5 meses
En esta edad aún no han desarrollado la visión binocular, es decir, usar los dos ojos a la vez. Para ayudarles en este proceso es importante que los juegos y actividades que llevemos a cabo, se hagan trabajando ambos ojos por igual.
Puedes utilizar estímulos luminosos, con objetos que tengan un alto contraste y llamen su atención. Por ejemplo, objetos de color blanco, de diferentes formas, tamaños y texturas.
También se debe trabajar la coordinación ojo-mano, acercándole objetos para que intente cogerlos, y así trabajar la periferia de la visión.
Niños de 6 a 10 meses
Ven borroso, no perciben los colores y les cuesta distinguir objetos. Al comenzar a gatear, y tener que desplazarse, empiezan a mejorar el enfoque y la visión periférica.
Puedes realizar algunos juegos de estimulación visual durante esta etapa, por ejemplo, el clásico juego de cucú-tras y cambiar los gestos de la cara cada vez que “aparecemos”, les ayuda a ejercitar la memoria visual.
Los ejercicios en las mantas de actividades o gimnasios de suelo, ayudan al bebé a coordinar sus movimientos antes de iniciar la fase de gateo.
Otra recomendación son los juegos frente al espejo. Al principio el bebé no reconocerá su propia imagen y es posible que reacciona intentando tocarlo y sonriendo.
Para entrenar la visión periférica, coloca objetos pequeños junto al bebé para que intente cogerlo haciendo pinza con los dedos.
Niños de 10 a 12 meses
La capacidad de movilidad ha aumentado, gatean y algunos ya dan sus primeros pasos. Además, pueden coger objetos y ver su entorno de forma más nítida.
Puedes estimularlos colocando objetos un poco alejados, para que pueda verlos y avanzar hasta alcanzarlos. Para que el bebé aprenda a calcular las distancias, coloca objetos en el suelo para que al desplazarse intente sortearlos.
Llenar o vaciar cajas o cubos, es un juego con el que practicará el enfoque, ya que debe mirar a diferentes distancias.
Niños de 1 a 3 años
A esta edad ya pueden captar todas las tonalidades de colores, son capaces de enfocar a diferentes distancias y manejan la visión periférica. Sin embargo, su visión no está completamente desarrollada.
Sienta al niño en un taburete que le permita apoyar las plantas de los pies en el suelo, y coloca cerca algún objeto que llame su atención y así tenga que levantarse para buscarlo. Debes fomentar que el niño camine y tenga que desplazarse para coger objetos de su interés.
Colocando objetos en el suelo, que le obligan a agacharse para tener que cogerlos, ayudarás a que el niño aprenda a calcular la distancia a la que se encuentra, además refuerza su equilibrio, la percepción que tiene de su cuerpo y la coordinación ojo-mano.
Jugar con puzzles sencillos también es una buena opción para ayudarle a entrenar la musculatura de los ojos, y que los ojos trabajen de forma conjunta.
Niños de 3 a 5 años
El desarrollo visual es casi completo en esta etapa, ambos ojos trabajan conjuntamente para poder iniciar la etapa de lectoescritura.
Para trabajar la coordinación ojo-mano y la motricidad fina, las actividades como dibujar, jugar con plastilina o colorear, son ideales.
Leyendo cuentos juntos, ayudaremos a nuestros hijos a comenzar a asociar los textos con las imágenes, trabajando así la memoria visual. También pueden ordenar objetos por colores y tamaños, para reforzar la discriminación visual.
Niños a partir de los 5 años
Para desarrollar la percepción y la memoria visual, los puzzles y juegos de ingenio son la opción ideal. Estos ayudan además a detectar si el niño presenta algún problema visual. Por ejemplo, es posible ver si identifica los colores correctamente, calcula bien las distancias de los objetos o si tiene una campo visual adecuado.
Por supuesto, es importante no abusar del uso de las pantallas. La sobreexposición o no mantener una distancia adecuada puede provocar dolores de cabeza, ojos irritados, secos o cansados, reducción de la frecuencia de parpadeo, que produce desgaste ocular, miopía e incluso fotofobia. En los casos más graves puede generar presbicia a edades tempranas.
La iluminación de la pantalla debe ser adecuada, y el uso de videojuegos debe limitarse a 15 minutos consecutivos y siempre en los niños mayores de 12 años. Relajando la vista cada cierto tiempo mirando a puntos alejados.
Para estimular correctamente la visión de tu hijo, elige productos adecuado a su edad, evitando que puedan ser peligrosos para ellos. Es importante además acudir a una revisión anualmente con el oftalmólogo, o cada seis meses según el caso, para prevenir problemas en la visión, y si detectas cualquier tipo de irregularidad.
Instituto Oftalmológico Tres Torres
Instituto Oftalmológico Tres Torres en Masquemedicos