Como profesionales en el ámbito de lo sanitario y social en contacto con familiares y allegados de personas con discapacidad que acuden a centros de día o residen en centros especializados, debemos de tener en cuenta que la empatía no solo es una competencia a tener en cuenta con el usuario sino que debe de existir de continuo. Los familiares suelen presentar dos necesidades esenciales, las suyas propias como personas que están en contacto con sus seres queridos y que en ocasiones se pueden sentir frustrados o limitados y la necesidad de aportar bienestar a sus familiares. Es importante mostrar una información continua y personalizada considerando al familiar un punto de apoyo en la intervención con el usuario.
Schippers y Boheemen (2009) observaron que tras dos años de apoyo a las familias supervisado por un profesional, las familias eran capaces de hacer más actividades que resultaban significativas para todos, generar un mejor clima y sentían que podían superar otros retos y anticiparse a planificar el futuro para ello.
Para que la información que transmitimos muestre empatía debe de ser clara, sin tecnicismo, congruente con lo que se muestra, coherente con el resto del mensaje y fomentando por nuestra parte una escucha activa. Las necesidades comunicativas específicas de las familias son: información, orientación sobre la situación actual y su evolución con el tiempo, la formación sobre la situación y el apoyo del profesional.
Códigos éticos de actuación que regulan las actuaciones
En la práctica sanitaria existen códigos éticos de actuación y principios que intentan regular las actuaciones para intentar lograr un estándar de calidad para todos. Algunos de ellos son los siguientes:
Principio de individualización
Cada usuario con su familia presentará unas necesidades específicas, personales y no generalizables con el resto, esto incluirá desde el perfil del paciente hasta su ámbito socio-cultural.
Principio de orientación a las necesidades
El profesional intentará solucionar necesidades y enfocarse en la prevención para la aparición de las necesidades futuras, además de testar y evaluar la satisfacción lograda.
Principio de referente afectivo
Debemos de tener presente que en la mayor parte de los casos la familia es el pilar afectivo del usuario y por lo tanto en contacto siempre será de relevancia.
Principio de coordinación
El tratamiento y la atención con el usuario siempre estará integrado con las pautas e información que se transmita al familiar o cuidador.
Principio de comunicación continúa
La información que se transmite a las familias se intentará que sea en un tiempo real o en un breve espacio de tiempo. Haciéndolo participe en la toma de decisiones y escuchando sus opiniones.