Las intervenciones de cirugía estética corporal son algunas de la más demandadas dentro de nuestro campo. Son intervenciones que ayudan a mejorar la silueta, a modificar el contorno corporal, dan y reducen volumen en diferentes áreas, permiten eliminar depósitos de grasa, tensar los músculos…
Por eso, es importante saber qué se puede y qué no se puede conseguir con cada una de ellas, y aprender a diferenciarlas, porque no es lo mismo hacerse una liposucción, una lipoescultura o una lipotransferencia de grasa.
Empezaremos por la liposucción, una intervención que continúa siendo una de las operaciones estéticas más deseadas año tras año. A groso modo y sintetizando podríamos definir la liposucción como el procedimiento de cirugía estética corporal indicado para eliminar la grasa sobrante no deseada, que se acumula en determinadas zonas del cuerpo alterando la figura de quien lo padece.
Esta grasa localizada no responde ni al ejercicio físico riguroso ni a las dietas estrictas. La única vía posible para eliminar estos depósitos grasos es mediante la liposucción. La grasa se elimina del cuerpo mediante la utilización de pequeñas cánulas que están conectadas a un dispositivo estéril de aspiración, y que se introducen bajo la piel de la zona a tratar a partir de pequeñas incisiones.
Es un procedimiento muy efectivo para la eliminación del tejido adiposo en el abdomen, los glúteos, las caderas, los muslos, la parte superior de los brazos, el tórax, el cuello, la barbilla, la espalda… en definitiva, funciona en casi todas las áreas de la anatomía humana.
Pero… ¿es lo mismo una liposucción que una lipoescultura?
Cuando hablamos de lipoescultura nos referimos al modelado completo de la figura corporal, es decir, la lipoescultura es aquella intervención de cirugía estética destinada a eliminar los acúmulos de grasa de varias zonas del cuerpo de manera simultánea, con el objetivo de crear una figura más homogénea, contorneada y con unas proporciones más acordes.
En la lipoescultura el cuerpo se entiende como un “todo”, mientras que la liposucción tradicional se centra en eliminar los depósitos de grasa de una determinada zona corporal, por ello hablamos de liposucción abdominal, de muslos, de cuello, de glúteos…
Cuando se realiza una lipoescultura se extrae la grasa como en una liposucción, pero se modela la zona a tratar mediante la corrección de los depósitos grasos.
¿Qué novedades aporta el lipofilling?
El lipofilling es una técnica muy novedosa y contrastada que ha supuesto un auténtico avance en el campo de la cirugía estética corporal. Su objetivo principal es aumentar el volumen en determinadas áreas del cuerpo de los pacientes empleando su propia grasa (autóloga).
Es lo que se conoce como una intervención dos en uno: se extrae la grasa del paciente de zonas en las que hay un excedente, se trata y se reinyecta en áreas donde hay necesidad.
La grasa localizada se extrae mediante técnicas de liposucción. Para aspirarla se emplean microcánulas, que se introducen en las áreas en las que se acumula grasa no deseada a partir de incisiones milimétricas.
Una vez que se ha extraído la grasa se purifica y se trata para inyectarla a continuación en las áreas del cuerpo en las que queremos ganar volumen; habitualmente se utiliza para aumentar el pecho sin necesidad de emplear prótesis mamarias, para realizar un aumento de glúteos, para corregir depresiones en la piel…
Entre los grandes beneficios del lipofilling podemos destacar que, al emplear rellenos de grasa propia, se elimina completamente el riesgo de rechazo. El organismo no lo identifica como un cuerpo extraño y lo asimila a la perfección, consiguiendo resultados totalmente naturales y duraderos.
Además, al no emplear prótesis o sustancias externas se trata de un procedimiento menos invasivo y con menos complicaciones potenciales tanto durante como después de la intervención.
Dr. González-Fontana: cirujano experto en liposucción y lipoescultura
Dr. González-Fontana en Masquemedicos