Cada vez son más las personas que desean rejuvenecer su rostro sin pasar por el quirófano. Las intervenciones mínimamente invasivas han ido ganando terreno a los procedimientos tradicionales que exigen intervención quirúrgica.
El tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP) responde a ese anhelo de combatir los efectos de la edad sin pasar por el quirófano. Con el PRP se disminuyen los efectos de la edad a partir de la propia sangre del paciente.
¿Qué es el plasma rico en plaquetas?
En primer lugar, es importante conocer qué es el plasma. El plasma es un líquido transparente de color amarillento que representa el 55 % del volumen total de sangre. Está compuesto por un 90% de agua, proteínas y sales minerales.
En él se encuentran suspendidas las células sanguíneas, es decir, las plaquetas, los glóbulos rojos y los glóbulos blancos. El plasma vela por el buen funcionamiento de nuestro organismo y nos protege de las infecciones, además estimula la generación de elastina y colágeno en nuestro cuerpo.
¿En qué consiste el tratamiento?
Para llevar a cabo el procedimiento se extrae la sangre del propio paciente, se trata y se centrifuga para conseguir una sangre rica en plaquetas que se vuelve a introducir en la dermis del paciente a partir de microinyecciones repartidas en la zona facial escogida. El proceso es totalmente estéril, no se produce ningún tipo de contacto con el exterior.
El plasma rico en plaquetas tiene la ventaja de que no produce ningún tipo de rechazo ni intolerancia en el paciente, ya que se trata de su propia sangre, lo que la convierte en una sustancia 100% biocompatible sin efectos secundarios.
Las plaquetas, que son células de la sangre, tienen un papel fundamental en todo lo referente a la regeneración celular, al aumento de los vasos sanguíneos y a la producción de nuevo tejido, ya que funcionan como vehículo de liberación de factores de crecimiento.
Por todo ello, el plasma rico en plaquetas ayuda a:
- Reconstruir el tejido dañado del área del rostro seleccionada.
- Reducir arrugas finas y profundas.
- Estimularla producción de colágeno.
- Hidratar la piel.
- Mejorar la elasticidad, el tono y el grosor de la piel.
- Reducir y mejoran las cicatrices.
- Mejora de los rasgos faciales.
El tratamiento es ambulatorio y no se prolonga más de media hora. No exige de periodo de recuperación. Los resultados tardan unos días en ser efectivos; la mejoría de la piel es paulatina, va aumentando con el paso de los días.
Además del rostro con el PRP pueden tratarse otras áreas del cuerpo como las manos, la zona del escote y/o los brazos con excelentes resultados.
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Dr. Moltó en Masquemedicos