Los pies son una zona comúnmente olvidada del cuerpo, a la que no le prestamos suficiente atención. No debemos olvidar que el cuidado de los pies es imprescindible para mejorar nuestra salud en general.
Cada día damos aproximadamente 10.000 pasos, en base a esto podemos calcular que de media en nuestra vida daremos los suficientes pasos como para dar la vuelta al mundo 4 veces.
Los pies son el único punto de apoyo del cuerpo, sobre ellos sostenemos todo nuestro peso, por eso es necesario darles los cuidados adecuados, y visitar al podólogo (por lo menos una vez al año) para vigilar su estado y solucionar cualquier problema que puedan presentar.
Razones para visitar al podólogo
Prevenir lesiones
Tratar una molestia en el pie o detectar una mala pisada es clave para evitar problemas mayores a largo plazo, así como prevenir la aparición de patologías que produzcan daños en otras partes del cuerpo como rodillas, cadera o columna.
Acudir a la consulta del podólogo es imprescindible para la prevención de lesiones que puedan provocar otro tipo de dolencias. Gracias al estudio biomecánico de la pisada es posible conocer la forma de pisar de un paciente, con el objetivo de diagnosticar o prevenir lesiones musculares y osteoarticulares.
Cuidar los pies de los deportistas
La práctica de actividades deportivas implica repetir muchas veces un gesto determinado, que genera sobrecargas en los pies. Hacer deporte puede causar algunos problemas que se deben prevenir, para impedir que se conviertan en un problema mayor.
Es recomendable acudir a un podólogo para recibir el asesoramiento adecuado para realizar las actividades deportivas correctamente y estudiar la idoneidad de la pisada. La manera de pisar es muy importante para cualquier persona, y más aún cuando se trata de deportistas, ya que la intensidad y cantidad de pasos es mayor.
El podólogo deportivo tratará de corregir la forma de pisar del paciente cuando sea necesario, así como recomendar el calzado adecuado.
Durante el crecimiento
El cuidado de los pies está indicado a cualquier edad. Es recomendable realizar una primera visita al podólogo a los 4 ó 5 años, y acudir a la consulta al menos una vez al año.
El diagnóstico precoz es imprescindible para la detección de una patología a tiempo. Muchos de los problemas de los pies y la marcha tienen solución mediante tratamientos sencillos como el uso de plantillas personalizadas o la realización de ejercicios específicos.
Es importante vigilar la evolución de la pisada de los niños, ya que los pies sufren cambios hasta llegar a la edad adulta, y deben ser supervisados por profesionales. Se recomienda realizar un estudio biomecánico y revisiones periódicas.
Los problemas de los pies más comunes en los niños son: pies planos, pies valgos, mala posición de los dedos, enfermedad de Sever, papilomas, disminución de la estabilidad.
Conocer la salud de la pisada
Cuando la forma de pisar no es correcta, pueden generarse problemas de espalda, de articulaciones… Es imprescindible realizar una revisión continuada para garantizar la salud del paciente.
La recomendación es llevar a cabo en primer lugar un estudio biomecánico de la pisada en el que se analiza la forma de pisar, tanto de manera estática como dinámica, y si tiene repercusiones en otras estructuras del cuerpo como rodillas, cadera o columna. Si la pisada no es adecuada afecta a todo el cuerpo.
Determinar el calzado adecuado
Las mujeres son mucho más propensas a sufrir problemas en los pies que los hombres. Esto se debe en gran parte al tipo de calzado que utilizan, especialmente al abuso de zapatos de tacón y puntas estrechas.
Abusar de algunos tipos de calzado o utilizarlos inadecuadamente puede ser dañino para nuestros pies.
Elegir el zapato adecuado dependerá de para qué queramos utilizarlo. Una vez decidida la actividad a realizar, es importante tener en cuenta que la elección de un buen calzado es una inversión para la salud.
Consejos para evitar lesiones y cargas musculares
- Los dedos deben tener libertad de movimiento y suficiente espacio.
- El zapato debe estar elaborado en un material transpirable.
- La suela debe proporcionar estabilidad evitando tropiezos. Por lo tanto, el calzado es esencial para la salud podológica.
En conclusión, cuidar los pies realizando visitas regulares al podólogo y manteniendo un control de la pisada, es importante para cuidar la salud en general y prevenir la aparición de lesiones o enfermedades.