En 2015 la Unidad clínica de conductas adictivas de la Universidad de Oviedo puso en marcha un programa para dejar de fumar. El programa estaba dirigido a población con sintomatología depresiva. La prevalencia del tabaquismo en pacientes con trastorno depresivo es más del doble que en la población general y sobre todo en mujeres. Debido a que el tratamiento farmacológico para dejar de fumar no generaba los resultados deseados estos profesionales vieron la necesidad de generar protocolos eficaces para atender su problemática.
El proyecto consistió en dos abordajes diferentes para asistir a estos pacientes. El primero se basó en técnicas psicológicas para el abandono del tabaco en ocho sesiones. Las sesiones se desarrollaban una a la semana con un seguimiento posterior . El seguimiento se organizó en tres partes: preparación, abandono y mantenimiento. El segundo abordaje consistió en añadir a esto unos parámetros de activación conductual dirigido al control de los estados de ánimo. Es una terapia ensayada específicamente para fumadores depresivos.
Resultados después de la terapia para fumadores depresivos
Un año después se obtienen y se analizan los resultados. Pasaron por el tratamiento 59 pacientes con sintomatología depresiva grave. Se obtuvo una tasa de abstinencia máxima del 71,2% al finalizar el proceso terapéutico. La tasa de abstinencia a los dos meses de seguimiento era del 52,9. Son tasas superiores a las obtenidas en proyectos internacionales similares.
Además, la abstinencia al tabaco mejoró la sintomatología depresiva. Lo anterior hace que se venga abajo la idea de que la eliminación de dependencias a consumos en la depresión es casi imposible.
La mayoría de los pacientes se constató que eran mujeres. No hay diferencias sustanciales entres sexos por ahora.
El equipo de la Unidad clínica de Conductas Adictivas de la Universidad de Oviedo seguirá especializando su tratamiento específico. Un año después del inicio del proyecto es importante destacar sus logros.