La piel pierde firmeza y elasticidad con el paso del tiempo. Aparecen entonces las líneas de expresión y las arrugas. Con el movimiento de los músculos, al abrir y cerrar los ojos, sonreír y masticar, además de la polución, y la exposición a los rayos uva, el tejido de la piel se descompone. Por esta razón la medicina estética ha desarrollado tratamientos que permiten mantener joven la piel del rostro.
Conocidos como inyectables, rellenos dérmicos, o rellenos faciales, estas soluciones de carácter temporal son aplicadas en el rostro mediante inyecciones. Existen diversos tipos de rellenos, diseñados con diferentes objetivos, que pueden ser; mejorar alguna zona facial, reducir las arrugas, o aumentar el volumen a los labios.
Para conseguir unos resultados excelente, el tratamiento debe ser realizado por un médico estético especializado.
Beneficios de los rellenos faciales
Se trata de una técnica que no implica cirugía, y permite rejuvenecer el rostro en pocos minutos. Los rellenos faciales han logrado una gran popularidad ya que aportan beneficios y porque los resultados logrados sobre las arrugas, líneas de expresión, pliegues y surcos en la piel, son excelentes. Estos son algunos de los beneficios de este tratamiento:
- Técnica sin cirugía: es un tratamiento ambulatorio, eliminado así los riesgos de la anestesia y de una intervención quirúrgica.
- Resultados duraderos, aunque no permanentes: los rellenos faciales tienen una duración promedio de 12 a 24 meses.
- No es necesario un postoperatorio: el paciente puede retomar las actividades de su vida cotidiana el mismo día del tratamiento.
- Resultados visibles: el resultado final del tratamiento es visible unas semanas después, pero las mejores se perciben rápidamente.
- Mejora del aspecto de la piel: este tratamiento ayuda a mejorar el aspecto de la piel y a estimular la producción de colágeno, logrando una piel más suave.
- Amplia variedad de rellenos faciales: la diversidad en estos productos permite personalizar el tratamiento y adaptarlo a las necesidades del paciente.
Tipos de rellenos faciales
Rellenos faciales: Grasa autóloga
El lipofilling es una técnica utilizada para rellenar la ausencia de grasa en algunas zonas del cuerpo, con células adiposas extraídas de otras zonas donde éstas son abundantes, como por ejemplo, la rodilla o alrededor del ombligo.
Se eligen la células más jóvenes, con la finalidad de que su envejecimiento no se produzca en un corto período de tiempo, luego estas se utilizan para rellenar arrugas o dar volúmen.
La durabilidad varía, entre los 10 y los 24 meses.
Rellenos faciales: Colágeno
Con el paso del tiempo la producción natural de colágeno se reduce, y la piel pierde elasticidad apareciendo las arrugas.
Este tipo de relleno facial está orientado a corregir las arrugas y los pliegues en la piel, así como las líneas y los defectos del contorno. Es temporal y biodegradable.
El relleno facial de colágeno no se utiliza en los labios, para evitar el riesgo de aparición de nódulos.
La duración está entre los 6 y los 12 meses.
Rellenos faciales: Ácido hialurónico
El ácido hialurónico está presente de forma natural en el cuerpo humano, principalmente en la piel y las articulaciones. Al igual que el colágeno es una sustancia temporal y biodegradable.
Este relleno es ideal para la corrección de pequeños defectos y las arrugas finas. Se puede aplicar para aumentar los pómulos, en los surcos nasogenianos, en las orejas y en la línea mandibular.
Existen diferentes grados de densidad, volumen y reticulación, lo que permite una personalización del tratamiento.
La durabilidad está entre los 9 y los 12 meses.
Rellenos faciales: Hidroxiapatita de calcio
Se trata de un relleno semipermanente y biodegradable. Es temporal, pero su duración es más extensa que la del colágeno o el ácido hialurónico. Es utilizado para la corrección de pérdidas de volumen considerables en áreas faciales como los pómulos y surcos nasogenianos. También se utiliza para la redefinición del óvalo facial y la mejora de la flacidez en mejillas y cuello.
Los tratamientos con hidroxiapatita aumentan los niveles de colágeno en el organismo. Además de ser uno de los rellenos faciales más duraderos, tiene una escasa probabilidad de producir una reacción alérgica.
Su durabilidad está entre los 12 y los 24 meses.
Clínicas Dorsia, expertos en Medicina y Cirugía Estética
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