Oftalmología

Retinoblastoma: qué es y qué síntomas tiene

5/5 - (1 voto)

El retinoblastoma es un tipo de cáncer ocular poco frecuente que afecta principalmente a niños menores de cinco años. Se origina en la retina, la capa de tejido sensible a la luz ubicada en la parte posterior del ojo, y puede desarrollarse en uno o ambos ojos. Aunque es un cáncer raro, su detección temprana es clave para mejorar el pronóstico y preservar la visión.

¿Qué causa el retinoblastoma?

El retinoblastoma se desarrolla debido a una mutación en el gen RB1, responsable de regular el crecimiento celular en la retina. Cuando este gen no funciona correctamente, las células pueden multiplicarse sin control, formando un tumor.

Esta mutación puede presentarse de dos maneras:

  • Forma hereditaria: ocurre cuando la mutación del gen RB1 se transmite de padres a hijos. Los niños con esta forma tienen mayor riesgo de desarrollar tumores en ambos ojos (bilateral) y de presentar otros tipos de cáncer en el futuro.
  • Forma esporádica: aparece sin antecedentes familiares previos y generalmente afecta solo un ojo (unilateral).

Dado que el retinoblastoma puede ser hereditario, los niños con antecedentes familiares deben someterse a controles oftalmológicos regulares desde los primeros meses de vida.

Síntomas del retinoblastoma

El retinoblastoma puede ser difícil de detectar en sus primeras etapas porque los niños pequeños no pueden expresar claramente los problemas visuales. Sin embargo, hay algunos signos que pueden alertar a los padres y cuidadores:

1. Leucocoria (reflejo blanco en la pupila)

Este es el síntoma más característico. Se manifiesta como un brillo blanco en la pupila, especialmente en fotografías con flash, donde en lugar del reflejo rojo normal se observa un reflejo blanco o amarillento.

2. Estrabismo (desviación ocular)

Los ojos pueden parecer desalineados o “bizcos”. Esto puede ocurrir porque el tumor afecta la capacidad del ojo para enfocar correctamente.

3. Pérdida de visión

El niño puede presentar dificultades para ver objetos o seguir movimientos con la mirada. En algunos casos, es posible que se tropiece con frecuencia o no reconozca objetos a cierta distancia.

4. Ojos rojos e inflamados

En etapas avanzadas, el ojo afectado puede inflamarse y enrojecerse sin una causa aparente, lo que puede confundirse con una infección ocular común.

5. Diferencia en el tamaño de las pupilas

Una pupila puede verse más grande o con una forma irregular en comparación con la otra.

Diagnóstico del retinoblastoma

Si un niño presenta alguno de estos síntomas, es fundamental acudir a un oftalmólogo pediátrico de inmediato. Para confirmar el diagnóstico, se realizan varios estudios, entre ellos:

  • Examen ocular con dilatación de pupila: permite observar la retina y detectar la presencia de tumores.
  • Ecografía ocular: utiliza ondas de sonido para visualizar el interior del ojo y determinar el tamaño del tumor.
  • Resonancia magnética o tomografía computarizada: ayuda a evaluar si el cáncer se ha extendido más allá del ojo.
  • Pruebas genéticas: se realizan en casos de sospecha de retinoblastoma hereditario para identificar la mutación en el gen RB1.

Tratamiento del retinoblastoma

El tratamiento depende de la localización y el tamaño del tumor, así como de si el cáncer ha afectado uno o ambos ojos. Las opciones incluyen:

  • Quimioterapia: se administra para reducir el tamaño del tumor y permitir el uso de otros tratamientos menos invasivos. Puede ser sistémica (a través de la sangre) o intraarterial (directamente en el ojo).
  • Crioterapia y terapia con láser: métodos que destruyen células tumorales en etapas tempranas sin necesidad de cirugía.
  • Radioterapia: se usa en tumores más avanzados que no responden a otros tratamientos.
  • Cirugía (enucleación): en casos severos donde el tumor no puede tratarse de otra manera, se puede extraer el ojo afectado para evitar la propagación del cáncer.

Pronóstico y prevención

El retinoblastoma es altamente curable si se detecta a tiempo. Más del 90% de los niños con retinoblastoma sobreviven, especialmente cuando el diagnóstico se hace en una etapa temprana.

Para mejorar las posibilidades de éxito, es importante:

  • Realizar revisiones oftalmológicas regulares en bebés y niños pequeños.
  • Consultar a un especialista si se observa cualquier anomalía en los ojos.
  • En casos de retinoblastoma hereditario, realizar pruebas genéticas para evaluar el riesgo en la familia.

La detección precoz no solo salva vidas, sino que también permite tratamientos menos agresivos y una mejor calidad de vida para los niños afectados.

Si notas algún síntoma en tu hijo, no dudes en acudir a un oftalmólogo pediátrico. La prevención y la atención temprana pueden marcar la diferencia.

Instituto Oftalmológico Tres Torres

Instituto Oftalmológico Tres Torres en Masquemedicos

Instituto Oftalmológico Tres Torres
Últimas entradas de Instituto Oftalmológico Tres Torres (ver todo)

52 comentarios en «Retinoblastoma: qué es y qué síntomas tiene»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *