Prevenir daños oculares en playas y piscinas es fundamental para mantener la salud de tus ojos y disfrutar de un verano seguro. Aquí tienes algunas recomendaciones:
Usa gafas de sol de calidad
Se recomiendan gafas de sol homologadas con protección ultravioleta. Asegúrate de que las gafas de sol bloqueen el 100% de los rayos UVA y UVB. Puedes optar por lentes de policarbonato, que son resistentes a los impactos y a los arañazos.
Adicionalmente, el uso de sombrilla y gorras o viseras permite evitar hasta el 50% de la radiación ultravioleta.
También hay gafas de sol de diseño envolvente o gafas protectoras para evitar que el viento lleve arena o polvo a tus ojos.
Usa gafas de natación
En piscinas, protege tus ojos del cloro y otros productos químicos que pueden irritar. En playas, evita el contacto de los ojos con la arena y el agua salada, que pueden causar abrasiones o infecciones.
Si sientes molestia en los ojos por la arena o el cloro, lo mejor es enjuagarlos con agua limpia en lugar de frotarlos directamente con las manos.
Mantén las manos limpias
Como en cualquier otra situación, se recomienda lavar las manos frecuentemente para evitar infecciones oculares causadas por bacterias y virus.
Protégete frente a la conjuntivitis
La conjuntivitis, esa molesta inflamación del ojo, se convierte en la reina del verano tanto para niños como para adultos. En piscinas, playas y centros deportivos compartimos toallas, tumbonas y el mismo agua, creando el caldo de cultivo perfecto para la difusión de virus y bacterias que causan la conjuntivitis. Los síntomas son claros: ojos rojos, lagrimeo y molestia con la luz. Ante la duda, visita al oftalmólogo. El tratamiento suele ser sencillo: colirios con antibióticos.
Descansa la vista
Toma descansos en la sombra para evitar la sobreexposición a la luz solar intensa, que puede causar fatiga ocular.
Evita el uso prolongado de lentes de contacto
No uses lentes de contacto mientras nadas, ya que el agua puede introducir bacterias bajo las lentes y causar infecciones.
Mantén una buena hidratación
Bebe suficiente agua para mantener tus ojos hidratados y reducir la sequedad ocular. También puedes usar lágrimas artificiales con ectoína.
Primeros auxilios
Si sientes una irritación persistente, enrojecimiento o dolor, busca atención médica de inmediato para evitar complicaciones mayores.
Consulta a un oftalmólogo regularmente
Realiza revisiones oculares regulares para asegurarte de que tus ojos están en buen estado de salud y para recibir recomendaciones personalizadas.
Siguiendo estos consejos, puedes disfrutar del sol, la arena y el agua mientras mantienes tus ojos protegidos y saludables.