¿Qué tipos de colirios existen?
Los colirios son medicamentos líquidos que se utilizan en los ojos, dosificándolos en gotas. Encontramos diferentes tipos de colirios en función de la enfermedad ocular para la que se prescriba el tratamiento.
Colirios sin prescripción médica
Los colirios sin receta médica son la solución a molestias en los ojos que no van más allá de un enrojecimiento o picor.
Estas molestias aparecen porque muchas veces los ojos no segregan suficientes lágrimas o éstas no son de buena calidad. Los colirios ayudan a lubricarlos.
Se pueden dividir los colirios sin receta en: Colirios para ojos enrojecidos; que alivian la irritación que se produce en los ojos al exponerse a agentes nocivos, y lagrimas artificiales; que ayudan a hidratar los ojos, y se utilizan después de realizar actividades como el uso de dispositivos electrónicos durante mucho tiempo.
Colirios con prescripción médica
Los colirios que deben ser recetados por un médico son aquello que contienen antibióticos. Es muy importante que estos no sean administrados sin el control de un oftalmólogo. Los tipos de colirios antibióticos más comunes son: Bactericidas; que eliminan las bacterias, bacterioestáticos; estos no eliminan las bacterias pero impiden que estas se multipliquen, y por último los combinados de antibióticos; este tipo de colirio combina antibióticos con otros medicamentos compuestos de esteroides.
Colirios para tratar las alergias oculares
Los ojos pueden sufrir irritación y enrojecimiento, así como lagrimeo constante a causa de las alergias primaverales. Algunos de los colirios que se pueden usar para aliviar estos síntomas son:
- Lágrimas artificiales: este tipo de colirio ayuda a tratar la sequedad de los ojos y además combaten los alérgenos que entren en contacto con los ojos.
- Estabilizadores de mastocitos: su función es dar solución al ardor, picor y lagrimeo causados por los mastocitos presentes en los elementos causantes de las alergias.
- Antihistamínicos: es muy importante utilizar estos colirios bajo supervisión médica, ya que en algunos casos pueden producir sequedad en los ojos, o empeorar los síntomas alérgicos.
- Corticosteroides: tratamiento para las alergias crónicas o con inflamación muy específica en la zona ocular.
- Antiinflamatorios no esteroides: tratamiento para la conjuntivitis alérgica. Los más conocidos son pranoprofeno y el ketorolaco.
Colirio ciclopléjico
También conocidos como colirios midriáticos se están clasificados según su composición y funcionalidad:
- Dilatar las pupilas: es el uso más común de estos colirios. Los utilizan los oftalmólogos para realizar algunas exploraciones oculares.
- Irritación del iris: las gotas de colirio ciclopléjico ayudan a aliviar la irritación.
- Inflamación de la córnea: este colirio puede controlar las molestias causadas por la infección ocular. provocada por bacterias o algún tipo de virus externo el colirio ciclopléjico puede remitir y controlar estas molestias en la zona ocular.
Uso correcto de los colirios
Es importante observar la fecha de caducidad de los colirios antes de utilizarlos y leer el prospecto, tal como se hace con otros medicamentos.
Existen diferentes tipos y cada uno sirve para tratar un problema distinto. Para usar correctamente los colirios, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones:
- No utilizar colirios que lleven más de un mes abiertos.
- No compartir los colirios con otras personas. En algunas enfermedades existe riesgo de contagio.
- Antes de ponerse las gotas en los ojos, lavar bien las manos.
- Evitar que la punta del bote de colirio entre en contacto con el ojo u otras partes del cuerpo.
Si se utilizan colirios durante el postoperatorio de una cirugía ocular, se debe mantener una cuidadosa higiene, ya que los ojos acaban de ser operados y deben ser cuidados con el máximo rigor.
Es importante recordar que si las molestias oculares van más allá de un leve picor o enrojecimiento, es necesario acudir al oftalmólogo, para ser correctamente diagnosticado y tratado.
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