Vivimos en el presente, la vida se desarrolla día a día, está claro que no puede ser de otra manera. Pero, ¿Nuestra mente se encuentra en el presente?.
El presente es lo que sucede entre pensamiento y pensamiento. Metafóricamente, vivimos el presente, y somos conscientes del aquí y ahora, y nuestros pensamientos prestan atención a todo lo que ocurre en ese preciso instante. A pesar de ello, muchos vivimos constantemente preocupados, nos preocupamos en vez de ocuparnos.
Dedicamos el presente a pensar en el pasado o en el futuro. Pero el pasado y el futuro en lo que nos ayudan realmente es en aprender de lo ocurrido y organizar futuros planes.
Pero, ¿cómo es posible conseguir esto? Veamos un ejemplo. Todos los días vamos al trabajo andando desde nuestro hogar, el camino es conocido así que vamos andando casi automáticamente hacia nuestro destino. Nuestro cuerpo vive en el presente, pero nuestra mente no se percata de lo que sucede a nuestro alrededor porque está sumergida en el pasado o en el futuro. De esto se trata, de prestar atención a lo que está ocurriendo en ese momento, que es lo realmente importante.
Prestar atención a nuestros pensamientos que viajan al pasado o al futuro nos puede generar sensaciones negativas como ansiedad, depresión o sufrimiento.
Mindfulness, la importancia del aquí y ahora
El ejercicio de “vivir el presente” también con nuestros pensamientos, puede llevarse a cabo a diario. En las terapias psicológicas existe un método eficaz llamado Mindfulness, que otorga un gran peso al aquí y ahora, y que ayuda a prestar atención total al momento presente. Con nuestra conciencia en el presente, es posible disminuir los pensamientos de lo que sucedió o lo que todavía no ha sucedido, que nos lleva a sentir un malestar constante.
Así, durante ese trayecto que realizas desde tu casa al trabajo, presta atención a lo que te rodea, la gente, las tiendas, la naturaleza. Cuando estés comiendo con tus amigos o tu familia escúchales, prestales atención, saborea la comida. Si tu mente se desvía al pasado o al futuro, hazla volver, guíala al presente. Y así lograrás prestar atención el aquí y el ahora, que es lo que realmente importa.
Mindfulness y ansiedad
La ansiedad nos provoca miedo al futuro, presentando síntomas corporales relacionados con la tensión y el estrés.
Cada persona experimenta la ansiedad de manera diferente. Generalmente la definen como una sensación latente de preocupación, inquietud, miedo y angustia.
Cuando la ansiedad escapa de nuestro control, más allá de las reacciones naturales de temor o angustia puede provocar una falsa alarma de estar en peligro y generarnos estrés.
Algunas de las consecuencias de la ansiedad son la aparición de ataques de pánico, la agorafobia, diferentes fobias específicas, estrés postraumático y trastorno obsesivo-compulsivo.
Para reducir los síntomas de la ansiedad, el mindfulness es una excelente opción. Algunas de las acciones que se recomiendan en esta terapia son las siguientes:
- Regula tu respiración
La respiración irregular es una de las reacciones físicas de la ansiedad. Utilizando las bases del mindfulness, prestando atención a la respiración, ayudarás a equilibrarla.
Se recomienda inhalar durante unos cuatro segundos, mantener la respiración otros cuatro segundos, exhalar por la boca cuatro segundos más, mantener de nuevo la respiración otros cuatro segundos y seguir este ritmo. Cuando enfocamos la atención en la respiración, nos ayudamos a despejar nuestra mente de pensamientos que nos provocan ansiedad.
- Utiliza los sentidos
Toma conciencia del momento que vives. Encuentra cosas a tu alrededor o que puedas imaginar, cosas que puedas tocar y presta atención a las sensaciones que te ofrecen. Cómo se sienten tus pies al tocar el suelo, el tacto de ese objeto, etc. Identifica algunos ruidos de tu alrededor, cuenta los aromas que puedes captar y si es posible en ese momento, encuentra un sabor y disfrútalo, definirlo.
- Enfócate en una actividad que necesite tu atención
Puedes colorear mandalas, tocar algún instrumento, cocinar… Cualquier actividad que requiera de una atención minuciosa. Esto te ayudará a apartar de tu mente los pensamientos que te generan ansiedad.
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