El estilo asertivo de comunicación es muy importante para nosotros porque permite que expresemos las ideas y los sentimientos de una forma adecuada, respetando los derechos de los demás y los propios, esta combinación en según qué contextos, se vuelve muy difícil de manejar, por eso, dotarnos de las mayores herramientas posibles es lo adecuado. Además nos hace sentir seguridad y nos reconforta porque sabemos que estamos verbalizando los temas de manera empática y no dolorosa.
Nos permite resolver problemas, nos permite conocer a personas nuevas en profundidad, nos permite tomar decisiones en grupo, crea una imagen adecuada de nosotros y lo que queremos transmitir, el mensaje tiene más calado con nuestros hijos o parejas, crea más oportunidades en eventos laborales.
Los estilos de comunicación se dividen principalmente en tres tipos destacados que hemos mencionado en otros artículos: el estilo asertivo, el estilo inhibido o pasivo y el estilo agresivo. Hoy hablamos del primero, del tipo de comunicación considerado el más eficaz para relacionarnos en nuestro entorno personal y laboral.
El estilo de comunicación asertivo, al igual que el resto de estilos, se divide en dos aspectos la comunicación verbal y la comunicación no verbal.
¿Cómo es la comunicación no verbal del estilo asertivo?
- El contacto ocular con el interlocutor es directo, con una mirada firme pero suave, sin un ceño fruncido, sin una mirada desafiante o retadora.
- La postura es recta pero no rígida, o con el pecho enfocado hacia delante. Puede ser incluso una postura distendida con los brazos apoyados en la mesa o en las piernas que indican actitud de escucha.
- La orientación siempre es directa y frontal manteniendo la distancia del espacio personal del otro.
- Teniendo en cuenta la temática de la conversación, nuestros gestos faciales demostraran una sonrisa, pena, preocupación o seriedad si el tono es de conflicto.
¿Cómo es la comunicación verbal del estilo asertivo?
- Siempre hablar en primera persona, demostrar cómo nos hace sentir el hecho en sí, la situación, personalizando no juzgando al otro o criticándolo. Evitar el “Es que tú…”
- Se utilizan preguntas de exploración para ver cómo está el otro, cuál es su opinión.
Si tenemos que expresar un mandato porque estemos en una posición de autoridad como en las relaciones padres-hijos o jefes-empleados no utilizaremos un tono autoritario. Expresaremos que hemos elegido esa opción porque consideramos que es la mejor para todos y explicar qué se desea que hagan. - El volumen y la voz serán con un tono medio, sin gritar, sin utilizar tacos.
- No repetiremos varias veces las peticiones puesto que la persona puede sentirse saturada o invadida y ya no será un estilo asertivo.
- Intentaremos utilizar la empatía y ponernos en el lugar del otro para tomar decisiones.
- Defenderemos nuestras opiniones con argumentos pero si las otras personas no aceptan sus opiniones lo aceptamos y lo respetamos, no dando pie a decir que los demás se equivocan, a una discusión.
- Utilizar expresiones favorables como ¿Qué te parece si…? ¿Qué te gustaría que hiciéramos…? He pensado que podríamos intentar… o No me gusta que hagas eso porque me siento…
¿Y tú qué estilo de comunicación es el que practicas? Si necesitas ayuda para entrenar tus habilidades sociales no dudes en contar con un profesional de la psicología podemos ayudarte a relacionarte bien en tu entorno, un aspecto importante para conseguir el bienestar. En Masquemedicos encontrarás a los mejores psicólogos de Madrid, Sevilla, Bilbao, y el resto de España.
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