Lipofilling, lipotransferencia, transferencia de grasa, injertos de grasa propia… todos estos términos tan comunes dentro del campo de la cirugía plástica, estética y reparadora se refieren a un mismo procedimiento que consiste en extraer grasa de aquellas zonas de la anatomía del paciente en las que existe un exceso para, después de tratarse, rellenar otras áreas localizadas en las que se ha producido una pérdida de volumen o en las que nunca se ha tenido.
La técnica empleada se divide en tres partes bien diferenciadas:
- Extracción: es la primera fase de la intervención y, como su propio nombre indica, consiste en la extracción de la grasa mediante técnicas de liposucción de aquellas zonas donde existe un excedente: piernas, abdomen, brazos, muslos, espalda…
- Procesamiento: es la fase en la que se trata, se purifica y se prepara la grasa para su posterior infiltración. Es en esta parte del tratamiento cuando se realiza el lavado -e incluso centrifugado- de las células grasas.
- Infiltración: una vez que ya se ha purificado la grasa, se inyecta con unas cánulas muy finas y específicas para este fin en las áreas del cuerpo a tratar. Los diámetros de las cánulas varían en función de la zona a injertar.
Lipofilling corporal
La transferencia de grasa permite moldear el contorno corporal y la figura, tanto de hombres como de mujeres. El lipofilling corporal es lo que se conoce como una intervención dos en uno, es decir, permite eliminar la grasa de zonas con exceso mediante el uso de la liposucción y mejorar el volumen, la forma… de otras zonas mediante la inyección de la grasa extraída.
Pero, ¿Qué se puede conseguir con el lipofilling corporal?
- Aumento de pecho con grasa propia.
- Aumento de los glúteos.
- Corrección de asimetrías mamarias, es decir, pechos diferentes en forma o en tamaño.
- Camuflaje de cicatrices quirúrgicas atróficas, así como de manchas, hendiduras y marcas del acné.
- Rejuvenecimiento de manos.
- Dar volumen a áreas de la parte inferior del cuerpo: muslos, piernas, tobillos…
- Mejorar la apariencia de zonas del cuerpo en las que por diferentes motivos (traumatismos después de accidentes, defectos en tejidos, heridas crónicas…) aparecen asimetrías o deformaciones.
La efectividad y durabilidad de este tratamiento es mucho mayor que la de los rellenos tradicionales, ya que, al tratarse de tejido propio del paciente, no se produce ningún tipo de rechazo por parte del organismo. Además, los resultados son totalmente naturales, ya que el relleno se adapta al tejido de la piel, mejorando su aspecto e hidratación.
Lipofilling facial
El envejecimiento de los tejidos es mucho más acentuado en el rostro. A medida que envejecemos la piel va perdiendo el colágeno natural y la grasa que tenemos debajo de ella, lo que provoca pérdida de volumen, aparición de arrugas y flacidez, proliferación de las líneas de expresión… esa ausencia de grasa en la cara nos dota de un aspecto cansado, triste, envejecido; en ocasiones nuestro rostro da la sensación como de estar vacío.
El lipofilling facial es la solución ideal para reemplazar y devolver al rostro esa grasa perdida, dotándolo de tersura y luminosidad, devolviéndole el volumen perdido. Es uno de los tratamientos más efectivos a la hora de conseguir un rejuvenecimiento facial natural.
Pero, ¿Qué se puede conseguir con el lipofilling facial?
- Aumento de labios duradero.
- Aumento de mentón.
- Relleno de pómulos y mejillas.
- Relleno de ojeras oscuras y hundidas.
- Relleno de párpados.
- Levantamiento de la región de las sienes y mejora de la caída de la ceja.
- Corrección de las arrugas de la frente y del entrecejo.
- Desaparición o mejoría de las arrugas finas del cuello.
- Suavizar deformidades y difuminar cicatrices e imperfecciones de la nariz.
- Suavizarlas arrugas nasolabiales.
- Reducción de cicatrices faciales.
Dr. Julio Terrén: especialista en lipofilling
Dr. Terrén en Masquemedicos
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El temor a envejecer es desde los tiempos romanos...