Historia del trasplante de pelo

Instituto del Pelo Vila-Rovira 24 septiembre, 201320 enero, 2020 0 comentarios trasplante de pelo

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Algunos escritos afirman que en el año 1880 el Dr. Baromio fue el primero en demostrar que se podía trasplantar de manera exitosa áreas pilosas de animales. Más tarde, en 1822 el Dr. Unger consiguió tratar la alopecia ocasionada por cicatrices traumáticas, a través de un autotrasplante de pelo. Lo publicó todo en su tesis doctoral.

Hasta conseguir la estética y los resultados de densidad que tenemos en la actualidad, el recorrido del trasplante de pelo ha sido largo, complejo y ha estado lastrado por la falta de instrumentación precisa. Si se han producido tantos avances durante estos años ha sido gracias a la perseverancia de las personas que han dedicado su tiempo a convertir su trabajo en todo un arte.

“Tunc calvities res rara erit.” Dom Unger

Quiere decir: “entonces, la calvicie será algo raro”.

A pesar de su predicción, la calvicie existe y no es algo en absoluto raro. Sin embargo, hoy en día disponemos de una solución para cualquier persona que lo desee.

Cronología: Historia del Trasplante de pelo en la era moderna

Okuda, un dermatólogo japonés detalló el procedimiento del trasplante del pelo en el año 1939. Lo realizó con un método de perforación o punch usando injertos de piel total que incluían folículos pilosos, en las cejas, en el bigote y en el cuero cabelludo.
En 1943 el Dr. Tamura, también japonés, utilizó microimplantes con el fin de restituir bello púbico femenino. Fujita en 1953 reconstruyo pestañas y cejas alopécicas, alopecias originadas por quemadura, cejas de leprosos, falta de pelo púbico…
Lamentablemente, a pesar de todos estos descubrimientos dermatológicos por parte de los japoneses, debido a la Segunda Guerra Mundial, en occidente no se llegaron a leer sus trabajos hasta años más tarde.
El Dr. Barsky en 1950 mostró que los injertos provenientes de zonas como el pubis o la axila implantados en el cuero cabelludo o en la zona facial originaban un desarrollo de pelo distinto del original. Esto se debía a que la tipología de pelo del área donante era distinta a la de la zona donde existía esta imperfección. De esta investigación surgió el concepto definido en 1959 por el Dr. Orentreich como “injerto donante-dominante”, por el que se especifica que los injertos trasplantados siguen presentando particularidades similares del área de la cual se han adquirido”. Posteriormente el Dr. Orentreich contempló la eventualidad de poder efectuar este tratamiento en pacientes con alopecia androgenética.
Tras el descubrimiento del Dr. Orentreich se produjo un gran avance en este campo, proyectando un nuevo procedimiento e instrumentación más precisa con la que realizar los injertos. Estas mejoras tuvieron como consecuencia la reducción gradual del volumen del trasplante.

Sin embargo, el cambio crucial en la cirugía de trasplante de pelo tuvo lugar en los años 90 cuando se empezó a realizar el trasplante de “Unidades Foliculares”. Las “Unidades Foliculares” son familias de 1, 2 ó 3 folículos que comparten los mismos vasos sanguíneos y están nutridas por las mismas glándulas sebáceas. Mediante microscopios, se separan manualmente las unidades foliculares para luego injertarlas en la zona receptora.

No hay duda de que cada día el resultado estético de la cirugía de trasplante de pelo es mejor, y gracias al mayor número de injertos que se pueden trasplantar se ha podido contribuir también a una mayor densidad de pelo. Dependiendo de la capacidad del especialista, de la técnica elegida y del análisis del pelo del paciente el resultado final será en mayor o menor medida más natural.

El progreso de la tecnología, los nuevos materiales que se utilizan y el mejor conocimiento de esta disciplina han ayudado de manera muy positiva a que el paciente apueste por el trasplante de pelo. Las garantías de resultados de estos trasplantes los han situado como una solución viable en la lucha contra la caída del cabello.

El futuro lo estamos escribiendo ahora mismo

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