Hepatitis B: Directrices de la OMS
La OMS, ha publicado el pasado 12 de marzo sus primeras directrices para la prevención, cuidado y tratamiento de personas que padecen hepatitis B crónica. Dichas directrices complementan las recientemente publicadas sobre hepatitis C.
El virus de la hepatitis B crónica afecta a más de 240 millones de personas a escala mundial. Asia y África son los países con mayores tasas. El contagio se realiza por los fluídos corporales, como los flujos vaginales o semen y por la sangre. Los síntomas de la hepatitis son la ictericia, piel y ojos amarillentos, fatiga, pérdida de peso y apetito, etc. Las personas con el virus tienen más riesgo de morir por cáncer de hígado por cirrosis.
La prevención tiene un apartado especial entre las recomendaciones. Se habla de una vacunación universal infantil, fundamental en países donde la misma se considera endémica y se transmite de la madre al hijo.
Otra fuente de contagio es a través de la jeringas. La OMS se acoge a su nueva política de seguridad, que exige utilizar jeringas “inteligentes” o descartables. Dichas jeringas tienen mecanismos para que sólo se puedan usar una vez.
Recomendaciones sobre el tratamiento de la hepatitis B
En cuanto a las recomendaciones sobre el tratamiento, las mismas se basan en promocionar el uso de métodos no invasivos y sencillos de diagnóstico. A partir de ahí se buscará determinar el tratamiento más óptimo. También abogan por tratar a personas en las que la enfermedad está más avanzada. Los dos medicamentos cuyo uso se recomienda son el entecavir y el tenofovir. Son poblaciones a las que prestar especial atención las personas que tienen VIH, mujeres embarazadas y adolescentes y niños. En niños ya se ha dicho que la vacunación es de vital importancia.
Estas recomendaciones suponen nuevas oportunidades para salvar vidas, mejorar los resultados clínicos de las personas que padecen hepatitis B y reducir el riesgo de transmisión. También plantean un reto para las políticas públicas en relación con este tema en países de renta media y baja. Las más altas tasas de mortalidad se dan en estos países.
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2015/hepatitis-b-guideline/en/
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