Podología

Espolón calcáneo: qué es y tratamientos

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La podóloga Irene García Garrido explica en detalle en la siguiente entrevista todos los detalles sobre el espolón calcáneo: en qué consiste, causas, sintomatología y cuáles son los mejores tratamientos.

¿Qué es el espolón calcáneo y cuáles son sus principales síntomas?

Es una calcificación que se produce en el talón en la zona plantar del pie (espolón calcáneo plantar) y que también se puede formar en la parte posterior del talón (deformidad de Haglund). Se forma por excesiva tracción mantenida y sobrecarga de la zona.

Existen factores predisponentes como el pie muy cavo (mucho puente) o muy plano (poco puente), sobrepeso, calzados inadecuados, poco flexibles y deportes en zonas muy duras con calzados inapropiados. Estos son factores que ayudan a la aparición, pero no son factores causales directos: estos tienen que ir unidos a un patrón biomecánico deficiente o a una disfunción postural.

Aclarar que el espolón en sí no duele, lo que provoca dolor es la inflamación e irritación de los tejidos de alrededor. Los pacientes principalmente sienten dolor en la parte interna del talón, tipo pinchazo, aunque en fases más avanzadas pueden experimentar dolor en cualquier zona de la planta del pie.

Es muy característico que el paciente padezca el momento de mayor dolor por la mañana al levantarse de la cama y plantar el pie en el suelo o tras un período de descanso prolongado. Se alivia con la marcha.

¿La biomecánica y posición del cuerpo pueden estar relacionadas con la aparición del espolón calcáneo?

Sí, hay ciertos patrones biomecánicos que colocan la fascia plantar en tensión excesiva y prolongada y provocan la aparición del espolón calcáneo.

La posición del cuerpo también influye y más de lo que se pueda llegar a pensarse entendiendo la posición como postura. Aquí hago un inciso y explico la diferencia entre posición y postura. La posición es estática, es decir, si estoy sentada de piernas cruzadas esa es mi posición, no mi postura, sin embargo la postura es dinámica, es la respuesta que da nuestro Sistema Nervioso Central de la información recibida por nuestros captores (ojos, boca, vísceras y pies), esa es nuestra postura. Por ello cuando estamos de pie nunca estamos parados, somos un péndulo invertido, de hecho yo como posturóloga trato muchos espolones posturales. Son pacientes que tienen lo que se llama en posturología una Espina Irritativa de los Apoyos Plantares Inconscientes (EIAPI), son puntos de dolor que el paciente no sabe que existen debajo de la primera cabeza metatarsal. Esta espina irritativa hace que tengan un mecanismo de huida en el pie para no plantar esa zona, tensan la fascia y se forma el espolón calcáneo.

¿Cómo funcionan las infiltraciones de colágeno en el tratamiento del espolón calcáneo?

El colágeno funciona desinflamando y regenerando las partes blandas de alrededor. Este tratamiento da muy buen resultado, tiene una tasa de éxito muy alta y es un buen tratamiento coadyuvante a otras intervenciones que tendremos que hacer para solucionar el problema íntegramente.

¿La podoposturología puede ayudar a tratar el espolón calcáneo?

100% sí. Aquí buscamos el origen de esa espina irritativa, que es lo que provoca el mecanismo de tracción y la posterior calcificación y la inflamación e irritación de los tejidos que deriva en dolor. Se hace mediante un estudio postural y se diseña el plan de tratamiento adecuado para que ese mecanismo de tracción cese.

¿En qué consiste la diatermia y cómo se utiliza en el tratamiento del espolón calcáneo?

Este es un tratamiento combinado que usamos con Ondas de Choque y Diatermia.

En primer lugar aplicamos las ondas de choque. Son ondas extracorpóreas que “rompen“ la calcificación (espolón). Esto proporciona alivio en el paciente y reduce la inflamación y después aplicamos la diatermia. La diatermia produce un incremento de la temperatura activando la regeneración celular. Aparte de su efecto regenerador tiene un efecto analgésico, antiinflamatorio y drenante.

No sólo sirve para tratar el espolón calcáneo, sirve para multitud de patologías musculoesqueléticas (tendinitis), degenerativas (artritis, artrosis…), úlceras diabéticas o no diabéticas, cicatrices, dermatofuncional, etc.

¿La diatermia es siempre un buen tratamiento para el espolón calcáneo?

Este tratamiento es idóneo siempre, es el primer paso porque con la combinación de ondas de choque y diatermia el espolón desaparece. Además es un tratamiento no invasivo casi sin contraindicaciones. Lo ideal es combinarlo tratando la causa que lo ha provocado. En el caso de espolones posturales con posturología, y en el caso de espolones mecánicos con biomecánica.

Para acelerar la recuperación del paciente se puede hacer de forma simultánea.

Podología y posturología Irene García Garrido

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Irene García Garrido
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Un comentario en «Espolón calcáneo: qué es y tratamientos»

  • La fascitis plantar es la causa de la talalgia y no el espolón calcáneo, que ya hace años se ha identificado como un hallazgo aleatorio en la población y carente de relación con el dolor del talón.

    Las plantillas no han demostrado eficacia y la fascitis plantar tampoco está en relación con “malas posturas” ni nada parecido. En general aparece en población joven con deportes de carga en el pie, o bien en personas de mediana edad con vida sedentaria (probablemente en relación con escasa estabilidad muscular y mayor dependencia de la fascia para estabilizar el arco).

    A notar que el espolón calcaneo es tejido óseo, no una calcificación y por lo tanto no va a ser afectado por las ondas de choque. Éstas parece que contribuyen a estimular la vascularización de la fascia y favorecer que acabe adaptándose al estímulo de carga.

    El tratamiento de las fascitis consiste en trabajo de fortalecimiento de la musculatura de todo el miembro inferior, estiramiento de musculatura que pudiera rigidizar el pie y el tobillo, etc. Además en los atletas disminución del volumen e intensidad del entrenamiento y corrección de disbalances musculares.

    Mejor no contar a los pacientes cosas raras, porque se van a obsesionar con el espolón sin necesidad, y éste no desaparece

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