¿Qué hacer cuando te pica una avispa?
Una picadura de avispa puede ser más o menos grave en función de distintos factores, como el lugar donde nos piquen. Si la persona es alérgica, el veneno puede desdencadenar una reacción importante que se transforma en una urgencia médica.
Reaccionar a tiempo y saber de qué manera actuar en unos y otros casos es fundamental para solventar el problema de la mejor manera posible. En este artículo vamos a dar un breve repaso a los puntos más importantes para saber qué hacer cuando nos pica una avispa e, idealmente, también para prevenir.
Las avispas
Las avispas son himenópteros de la familia de los véspidos, y por lo general, se muestran más activas cuando el calor se intensifica. Hay muy distintas especies de avispas, y el lugar elegido para su nidificación depende de ello.
Durante el invierno la colonia desparece. Solo sobreviven las avispas reinas y cada primavera fundan una nueva colonia. Sus picaduras, bastante dolorosas, se producen durante el día, pues son unos insectos exclusivamente diurnos.
La picadura de avispa
La intensidad del dolor varía en función de las distintas especies de avispas, pero el riesgo mayor está vinculado con el lugar donde puedan picar, así como cuando la persona es alérgica.
La picadura de las avispas es lisa, pues no deja clavado el aguijón, pero inyecta un veneno que contiene distintos elementos. Entre otros, elementos comunes a los venenos de los himenópteros (histamina, la dopamina, la noradrenalina, diastaasas o fosfolipasas) y aquellos que le son propios, como las quininas o la serotonina.
En todos los casos, será un dolor vivo, pero lo más frecuente es que la persona se restablezca en unos días sin más complicaciones que esa sensación de disconfort. Por contra, algunos casos pueden revestir un peligro importante, sobre todo en los dos casos que exponemos a continuación.
Por un lado, si nos pica en la nariz o en la boca, su inflamación puede impedirnos respirar y, por otro, el aguijón inocula un veneno que resulta muy peligroso para las personas alérgicas.
Los síntomas y la evolución
Cuando no hay complicaciones, las personas que sufren una picadura de avispa desarrollan síntomas relacionados con el dolor, inflamación e irritación alrededor de la misma. Son síntomas menores, que duran unos días y se traducen en una sensación de dolor agudo o similar a una quemadura.
Las personas alérgicas, sin embargo, pueden padecer unos síntomas que comprometan su vida, tales como un choque anafiláctico, la manifestación más grave de una reacción alérgica. A este respecto, tengamos presente que ésta puede manifiestarse de improviso, independientemente de que en anteriores ocasiones no la hayamos tenido.
En estos casos más graves, los síntomas aparecen en forma de desmayo, dificultad respiratoria, disminución de la presión arterial, así como una rojez e inflamación extremas que pueden ir aumentando incluso días después de la picadura. Son situaciones que exigen reaccionar de forma rápida para así evitar un posible desenlace fatal en cuestión de minutos.
Si la persona no es alérgica
Como hemos apuntado, la mayor parte de las veces, en los casos normales los síntomas acaban por desaparecer por sí solos en alrededor de una semana. Por contra, las alergias desencadenan reacciones que pueden ir desde una urticaria generalizada hasta una inflamación localizada.
El tratamiento se realiza en el mismo domicilio, lavando la zona con agua y jabón o con un antiséptico aplicado con una compresa estéril, retirando el veneno en la medida de lo posible. Recordemos que el aguijón no se queda adentro, como suele ocurrir con la picadura de abeja.
Para reducir la hinchazón y el dolor será de utilidad la aplicar una compresa fría. Si tenemos molestias moderadas pero nos resultan difíciles de soportar quizá se trate de una reacción alérgica. En estos casos, acudir al médico será de ayuda, ya que el facultativo podrá aconsejarnos tomar analgésicos o antihistamínicos de venta libre para suavizar los síntomas y lograr un restablecimiento más rápido.
Cómo actuar si la persona es alérgica
De igual modo que hay alergias que surgen de improviso, sin que haya antecedentes en una misma persona, también es posible la situación inversa. Es por ello que haber tenido una manifestación alérgica no significa que siempre vaya a ser así.
Pero también es muy probable que se repita la misma reacción, en uno u otro sentido. Ante la posibilidad de que se manifieste esa alergia de forma grave, lógicamente, es vital tener siempre a mano adrenalina autoinyectable para administrarse al momento en caso de reacciones violentas, como el choque anafiláctico.
Otros fármacos que pueden ayudarnos como botiquín de primeros auxilios son los corticoides para disminuir la inflamación y un broncodilatador, en caso de que surja una crisis de asma.
Incluso teniendo este tipo de medicamentos, llamemos inmediatamente al 112, número de teléfono único para asistir a la ciudadanía ante cualquier tipo de emergencia. También podemos hacerlo al servicio de urgencias de un hospital o al Centro Nacional de Toxicología, sección de emergencias toxicológicas (915 620 420), hilo directo con expertos en intoxicaciones, en línea las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Si se produce una reacción alérgica, tengamos en cuenta que la muerte puede sobrevenir en menos de una hora, por lo que recibir ayuda médica cuanto antes es una absoluta prioridad.
La prevención
Sin duda, la mejora manera de afrontar una picadura es previniéndola. Como dice la sabiduría popular, “quien evita la ocasión, evita el peligro”, aunque en el tema que nos ocupa es más que obvio que no siempre es posible hacerlo.
Intentarlo, sin embargo, sí es posible. Para ello, tengamos en cuenta que las picaduras de avispas son más frecuentes cuando las temperaturas son altas o también tempestuosas.
A su vez, recordemos que se sienten atraídas por la fruta, la carne y los alimentos azucarados y, como precaución básica, estemos atentos a aquellos enclaves más frecuentados. En particular los alrededores de los avisperos, que encontraremos en los lugares más insospechados, desde debajo de las piedras hasta los árboles o debajo de tierra.
Igualmente, es importante conocer que pican como método de autodefensa, normalmente cuando se sienten en peligro o agredidas. Es decir, si una avispa se nos acerca o gira a nuestro alrededor, por lo tanto, lo mejor es no hacer movimientos bruscos.
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