¿Hasta qué edad aumenta la miopía?
La miopía es un problema de visión cada vez más común en todo el mundo, especialmente entre los jóvenes. Esta condición ocular se caracteriza por la dificultad para ver objetos lejanos con claridad, mientras que los objetos cercanos se perciben con nitidez. La progresión de la miopía es un tema de interés tanto para profesionales de la salud ocular como para quienes la padecen, ya que su evolución puede afectar significativamente la calidad de vida.
Pero, ¿hasta qué edad es probable que la miopía siga aumentando?
Desarrollo y progresión de la miopía en infancia y adolescencia
La miopía generalmente se desarrolla durante la infancia y la adolescencia. Durante estos años, el ojo está en proceso de crecimiento, y es en esta etapa cuando es más probable que la miopía se manifieste y progrese. En términos generales, la miopía comienza a ser notable entre los 6 y 12 años, y a menudo se agrava durante la adolescencia, coincidiendo con los años de crecimiento rápido del cuerpo, incluyendo el globo ocular.
La razón principal de la progresión de la miopía en esta etapa es el alargamiento del globo ocular. Cuando el ojo se alarga demasiado, la luz que entra en él se enfoca delante de la retina en lugar de directamente sobre ella, lo que resulta en una visión borrosa de los objetos distantes.
¿Cuándo se estabiliza la miopía?
La mayoría de los estudios indican que la miopía tiende a estabilizarse entre los 20 y 25 años de edad. Esto ocurre porque, para ese momento, el crecimiento del globo ocular generalmente se ha completado. Sin embargo, la edad exacta en que la miopía deja de progresar puede variar considerablemente entre diferentes personas.
La miopía en la mayoría de los casos se produce por acomodación o cansancio visual, es decir, porque se fuerza la vista. Si esto se trata correctamente, es habitual que se pare la progresión. Existen varios factores que pueden influir en la progresión de la miopía. Por ejemplo, un estilo de vida que implique muchas actividades a corta distancia, como leer o usar dispositivos electrónicos durante largos períodos, puede contribuir al desarrollo y progresión de la miopía. De igual manera, la falta de exposición a la luz natural se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar miopía. La fatiga ocular y un entorno visual inadecuado (por ejemplo, iluminación insuficiente o excesiva) pueden contribuir a la progresión de la miopía en adultos jóvenes.
En resumen, la mayoría de las miopías son acomodativas. Si somos capaces de frenar ese exceso de acomodación, seremos capaces de frenar la progresión de la miopía.
Miopía genética o hereditaria
En algunos casos, la miopía puede continuar progresando más allá de los 25 años. Este tipo de miopía es menos común y puede estar relacionado con factores genéticos o hereditarios. Las personas con miopía alta (generalmente mayor de 6 dioptrías) tienen un mayor riesgo de que su condición siga empeorando con el tiempo. En estos casos, las medidas de higiene visual siguen siendo importantes, pero pueden no ser suficientes para parar la progresión de la miopía.
Cómo afrontar el aumento de la miopía en la edad adulta
Si notas un aumento de la miopía en la etapa adulta, hay varias medidas que puedes considerar para manejar la situación:
- Visitar a un oftalmólogo: lo primero es que consultes a un oftalmólogo para realizar un chequeo ocular exhaustivo. El especialista podrá evaluar cómo ha progresado la miopía y sugerir el tratamiento más adecuado.
- Tratamiento: además de las gafas y lentes de contacto convencionales, existen tratamientos más avanzados, como la ortoqueratología (uso de lentes de contacto especiales durante la noche) y cirugías refractivas (LASIK, PRK), que pueden ayudar a corregir la visión.
- Ajustar el entorno laboral: asegúrate de que tu espacio de trabajo sea propicio para preservar tu salud visual. Una iluminación adecuada y pausas frecuentes para evitar la fatiga ocular, serán de gran ayuda.
- Estilo de vida saludable: Una alimentación correcta y la actividad física regular pueden influir positivamente en la salud de los ojos. Nutrientes como las vitaminas A, C y E, así como los ácidos grasos omega-3, son fundamentales para mantener la salud ocular.
En conclusión, la miopía generalmente progresa durante la niñez y la adolescencia, estabilizándose alrededor de los 20 a 25 años. Sin embargo, es importante estar atentos a los factores que pueden influir en su progresión, tanto en la juventud como en la etapa adulta. Con un tratamiento y unos hábitos visuales adecuados, es posible reducir el impacto de la miopía en la calidad de vida.
Instituto Oftalmológico Tres Torres
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