Corrige las ojeras con la propia grasa de tu cuerpo
Hay que tener en cuenta que la fatiga y el sueño acumulado no son las únicas causas para que las ojeras aparezcan. A medida que envejecemos vamos perdiendo grasa, tejido y músculo. Un síntoma que es más que evidente en la zona de alrededor de los ojos. El paciente con ojeras sufre una pérdida considerable del volumen en el párpado inferior y en la zona media superior de la cara.
Además, debido al adelgazamiento de la piel de alrededor de los ojos, la sangre que pasa por las venas cercanas a la superficie se refleja con un tono como azulado, acentuando esa sensación de tono púrpura debajo de los ojos. Este oscurecimiento se debe a que la piel de alrededor de los ojos es la más fina del cuerpo (0,5 mm de grosor).
También hay otras causas como la obstrucción nasal, las alergias en el párpado inferior, los trastornos renales, el tabaquismo, la mala alimentación…
Las ojeras son uno de los problemas más comunes en el contorno de los ojos. Aunque el envejecimiento las agrava, no existe una edad concreta en la que suelan aparecer. En muchos casos vienen determinadas por la herencia genética.
Las ojeras, sobre todo cuando son permanentes, hacen que la persona se vea como cansada, fatigada y/o triste, aunque se encuentre en plenas condiciones físicas.
El tratamiento de lipofilling de ojeras
Las ojeras pueden corregirse mediante el empleo de inyecciones de grasa. Las inyecciones de células grasas extraídas del cuerpo del paciente funcionan perfectamente para atenuar los efectos de las ojeras.
Se trata de un procedimiento seguro y mínimamente invasivo que se realiza bajo anestesia local y de forma ambulatoria. A diferencia de lo que puede suceder con los rellenos sintéticos faciales, el tejido graso del propio paciente no produce ningún tipo de rechazo por parte del organismo.
La grasa utilizada se extrae de zonas donde existe un excedente (caderas, flancos, abdomen…) empleando técnicas de liposucción que nos permiten aspirarla sin producir daños en los tejidos circundantes. Para poder emplearla de nuevo se centrifuga y purifica.
Una vez que es apta para reinsertarse en el cuerpo, se inyecta directamente en la zona a tratar con la ayuda de pequeñas cánulas especialmente diseñadas para este tipo de procedimientos. Las células de grasa insertadas crean una capa de protección entre la piel de la zona del párpado y los capilares que se encuentran debajo. Se corrige la coloración de debajo de los ojos y se desvanece la oquedad.
Para complementar el tratamiento también se pueden rellenar con grasa propia las arrugas que aparecen alrededor de los ojos. Los resultados son inmediatos y, a los 3 meses del procedimiento, ya se puede observar el resultado definitivo.
Los resultados son totalmente naturales. No podemos decir que la transferencia de grasa sea absolutamente permanente, ya que mientras envejecemos iremos perdiendo grasa. Eso sí, la transferencia de grasa supone un avance frente a el uso de rellenos de ácido hialurónico y similares que tienen una vida de entre 6 y 9 meses.
Los efectos secundarios son mínimos y pueden incluir molestias leves, moretones e hinchazón. Los pequeños hematomas y la hinchazón pueden durar de 5 a 10 días. Los moretones y el edema en el punto de las inyecciones serán visibles, pero irán desapareciendo poco a poco.
Aunque se recomienda al paciente que mantenga reposo durante 5-7 días, la mayoría de los pacientes pueden volver al trabajo en 2 días y pueden reanudar sus actividades normales en 1 semana.
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Dr. Terrén en Masquemedicos
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