¿Qué servicios han obtenido las personas mayores en nuestro país a lo largo de estas dos décadas? ¿Cuál es su filosofía?
La década de los 80 supuso cambios importantes para el grupo de población de las personas mayores: se generalizó el sistema de pensiones, el acceso al servicio sanitario y se implantó el sistema de servicios sociales. En España, con mucho retraso en relación con otros países, vivimos una época de construcción de residencias de gran capacidad (públicas) destinadas a personas que se valían por sí mismas y que sufrían múltiples carencias socioeconómicas. El principio sobre el que se sustentaban estas residencias sería algo así como: “ellos ya trabajaron suficientemente, ahora les toca descansar: nosotros se lo daremos todo hecho”.
A finales de los 80 se empiezan a asumir incipientemente los planteamientos de defienden la atención de las personas en su medio habitual, aspectos de corte más comunitario. Se devuelve en mayor medida el protagonismo a las familias: ser los responsables de los cuidados y atenciones a sus mayores. La intervención social se organiza en torno al concepto de “ayuda” y trata de mantener el potencial del individuo, su autonomía y su hábitat habitual de vida.
En los años 90 surge el Plan Gerontológico (Inserso, 1993), sustentándose en cinco áreas de actuación: pensiones, salud y asistencia sanitaria, servicios sociales, cultura y ocio y participación. La atención que se le da a nuestros ancianos pasa al ámbito de lo público, sin ceñirse estrictamente al campo de lo privado o lo familiar.
A nivel práctico se desarrollan de forma importante los siguientes recursos:
-En el caso de las residencias: a partir del año 75 empiezan a desarrollarse este tipo de servicios, en relación con las carencias que tenían en años anteriores. La disponibilidad de plazas asistidas es inferior al 40% de las existentes. También es importante destacar que sólo un tercio de las plazas disponibles pertenece al sector público, indicador significativo del esfuerzo que han de realizar las personas mayores necesitadas de una residencia y sus familias. Queda mucho por hacer, sobre todo en el desarrollo de alternativas para personas que padecen deterioro cognitivo y demencias, quizás las más necesitadas de atención institucional especializada.
-Servicios de ayuda y atención domiciliarios: los comienzos de los años 80 marcan el inicio del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), que se ha ido incrementando a lo largo de los años. Existe una clara incoherencia entre el discurso basado en el lema “envejecer en casa” ampliamente difundido como la fórmula mágica del bienestar de los mayores y el esfuerzo real que se está realizando por las diferentes administraciones públicas para ofrecer una respuesta acorde a los múltiples estados de necesidad que estas personas y sus familias están viviendo. Este servicio se dedica la mayor parte del tiempo a las tareas domésticas, excepto en algunas comunidades en las que los cuidados personales son fundamentales. Dentro de estos servicios también se incluye el de Teleasistencia (atención a personas dependientes o en soledad de forma remota).
–Centros de día: se empiezan a implantar en los 90, como apoyo familiar principalmente. Actualmente ocupan un lugar privilegiado en la mayoría de comunidades. Se constituyen así los centros de día como una red de recursos intermedios (entre la ayuda a domicilio y la residencia) que favorecen poder continuar viviendo en casa en condiciones adecuadas. Programas de apoyo y formación a los cuidadores y cuidadoras familiares, como un conjunto integral de programas de intervención que se adecuan, según las circunstancias individuales, a la diversidad de situaciones complejas que presentan las personas mayores en situación de dependencia (Martinez,T, 2001).
***Para elaborar este artículo nos hemos basado en un análisis que han realizado dos profesionales del campo de la gerontología: Mayte Sancho y Pilar Rodríguez.
Artículo: Mayte Sancho y Pilar Rodríguez. Envejecimiento y protección social de la dependencia en España. Veinte años de Historia y una mirada hacia el futuro. Intervención Psicosocial, 2001. Vol. 10, Nº3 – Pags. 259-275.7
Rosalía Menéndez en Masquemedicos
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