Psicología

Cómo prevenir las recaídas en el Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC

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La etapa final de cualquier tratamiento psicológico, incluido el Trastorno Obsesivo Compulsivo (o TOC), debe contar siempre con un trabajo con el paciente para prevenir las recaídas. Este será un trabajo clave para lograr que una nueva intrusión obsesiva no acabe desencadenando todo el trastorno. Para ello, se propone a terapeuta y paciente abordar estos 7 aspectos fundamentales antes de finalizar la terapia en sus programas de prevención de recaídas:

1. La recaída no es un fracaso, es un contratiempo

La palabra recaída tiene una enorme carga negativa. Nos puede llevar a pensar que “he vuelto a caer” o que “ya no hay nada que hacer”. El malestar que causa un TOC es muy intenso y cambia la vida de la persona por completo. Después de esta experiencia, lo lógico es sentir miedo a nuevas obsesiones. Pero este miedo aumenta la ansiedad y puede acabar provocando nuevos síntomas.

Modificar este enfoque de la recaída ayuda a la persona a sentirse menos condicionada por posibles situaciones de riesgo en el futuro.

La presencia de una nueva obsesión no tiene por qué desembocar todo el cuadro clínico del trastorno. Tras la terapia la persona cuenta con estrategias eficaces para afrontarlas y seguir adelante.

2. Identificar las situaciones de riesgo

Otro aspecto clave será el de aprender a identificar situaciones estresantes que puedan aparecer en el futuro con la ayuda del terapeuta. Se trata de indagar en el trabajo, la familia o las relaciones sociales qué cosas pueden ser situaciones de riesgo. Así nos aseguramos de tener las herramientas para afrontarlas.

3. Aprender a autoexponerse a las obsesiones

En el caso de que aparezca un contratiempo necesitaremos echar mano de las técnicas de afrontamiento. Esto implica identificar la situación, tomar conciencia, elegir la técnica correcta y aplicarla según lo aprendido en terapia.

La autoexposición será una de las técnicas principales a entrenar. Implica poder exponerse a las obsesiones logrando una reducción de la ansiedad y consiguiendo prevenir la compulsión del TOC.

4. Repasar el cuestionamiento de creencias disfuncionales

En el caso de creencias muy rígidas y de larga evolución puede ser útil preparar un cuestionamiento básico de las creencias que podrían volver a aparecer ante una situación estresante.

De esta forma la persona podría cuestionar sus propias creencias en caso de identificar pensamientos disfuncionales.

5. Buscar la colaboración de personas allegadas

Poner de nuestra parte a las personas significativas para la persona que sufre TOC es un factor de éxito terapéutico. También para lograr la prevención de recaídas. Las personas más significativas deben conocer el trastorno, su evolución y mantenimiento y tener unas expectativas ajustadas sobre el resultado del tratamiento.

En relación con el trabajo que se hace con familiares o personas allegadas ha demostrado ser un factor protector el abordar formas alternativas de relacionarse con las características más obsesivas de la persona. Se trata de modificar el estilo hostil por otro más conciliador. Eso permitirá al paciente realizar su trabajo de cuestionamiento, autoexposición y prevención de respuesta en un entorno de apoyo.

6. Buscar nuevas actividades e intereses

A menudo la persona ha vivido en torno a sus síntomas obsesivos y compulsivos la mayor parte del tiempo. Ha reducido actividades y ha dejado de lado los propios intereses personales.

Con la ayuda del terapeuta es necesario llenar el tiempo que antes se ocupaba con las obsesiones. Se trata de investigar intereses, preferencias, gustos e ir retomando actividades gratificantes.

7. Mantener contactos puntuales con el terapeuta

Al finalizar la terapia se pueden acordar con el terapeuta contactos telefónicos breves que se vayan espaciando en el tiempo. En estos contactos telefónicos se exploran la presencia de obsesiones o de situaciones de riesgo para el paciente.

Finalmente hay que trabajar con la persona la posibilidad de restablecer el contacto con el terapeuta en caso de no poder manejar un contratiempo. Esto se debe plantear como un acto de prevención y no de debilidad. Ayudará a la persona a sentirse acompañado y seguro una vez finalizada la terapia del TOC.

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