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Lipedema: causas y soluciones

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El lipedema es una enfermedad poco conocida, pero que afecta a un número significativo de personas, en su mayoría mujeres. En este artículo, exploraremos de manera clara y concisa qué es, sus causas, síntomas, grados, diagnóstico y tratamiento, para ayudar a quienes padecen esta condición a entender mejor cómo manejarla.

¿Qué es el lipedema?

El lipedema es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por la acumulación desproporcionada de grasa en las piernas y brazos, causando dolor y molestias. Esta condición es de origen genético y hormonal, y se estima que afecta entre el 10 y el 15% de las mujeres a nivel mundial. Reconocida por la OMS en 2018, el lipedema suele manifestarse en momentos de cambios hormonales como la pubertad, el embarazo o la menopausia​.

Causas del lipedema

Aunque las causas exactas del lipedema aún no se conocen con certeza, se ha identificado un fuerte componente genético y hormonal. Es más común que esta condición se desarrolle o empeore en momentos de desequilibrio hormonal. La enfermedad se caracteriza por una alteración en el metabolismo de las células grasas (adipocitos), que crecen anormalmente en tamaño y número. Además, se acumula líquido inflamatorio en los tejidos, lo que contribuye a la hinchazón y la sensación de pesadez.

Síntomas del lipedema

El lipedema se distingue por una serie de síntomas que lo diferencian de otras condiciones como la obesidad o el linfedema. Los síntomas principales incluyen:

  • Acumulación desproporcionada de grasa en las piernas y/o brazos, que no mejora con dietas ni ejercicio.
  • Sensación de pesadez, hormigueo o dolor en las extremidades afectadas.
  • Aparición de hematomas con facilidad, incluso con traumatismos leves.
  • Piel con aspecto celulítico y gruesa.
  • A diferencia de otras patologías, las manos y los pies generalmente no se ven afectados​.

Tipos o grados del lipedema

El lipedema se clasifica en cuatro estadios según la gravedad:

  • Estadio I: la piel sigue siendo lisa, aunque hay una acumulación de grasa blanda y la apariencia es de “piernas en columna”.
  • Estadio II: la piel comienza a mostrar nódulos, volviéndose más irregular y con un aspecto celulítico.
  • Estadio III: los nódulos son palpables y visibles, acompañados de dolor espontáneo y lóbulo de piel en áreas como las rodillas.
  • Estadio IV (Lipo-linfedema): afectación grave del sistema linfático, con deformidad anatómica en pies y manos​.

Por otro lado, la distribución de la grasa en el cuerpo puede dividirse en cinco grados, desde afectación en nalgas y caderas hasta acumulación en todas las extremidades​.

  • Grado I: afecta nalgas, cadera y cartucheras.
  • Grado II: desde cadera hasta rodillas.
  • Grado III: desde cadera hasta tobillo.
  • Grado IV: afecta todas las extremidades (excepto pies y manos).
  • Grado V: afecta únicamente de rodilla a tobillo

Diagnóstico

El diagnóstico del lipedema puede ser complicado, ya que se confunde con frecuencia con otras patologías como la obesidad o el linfedema. Un examen físico detallado y una historia clínica completa realizada por un especialista en lipedema son esenciales para una evaluación adecuada. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales como ecografías o linfografías para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento del lipedema

El tratamiento del lipedema puede dividirse en dos grandes enfoques: conservador y quirúrgico.

  • Tratamiento conservador: incluye la compresión mediante medias especiales, el drenaje linfático manual, el ejercicio suave y una dieta antiinflamatoria. Estos métodos ayudan a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las pacientes, aunque no eliminan la grasa lipedematosa.
  • Tratamiento quirúrgico: la liposucción asistida por chorro de agua (WAL) es uno de los procedimientos más utilizados y recomendados para el tratamiento del lipedema. A través de este método, se elimina la grasa de forma segura y precisa, reduciendo la inflamación y los síntomas como el dolor y la pesadez. La cirugía, en combinación con tratamientos conservadores, suele mejorar considerablemente la calidad de vida de las pacientes.

Postoperatorio

Tras la cirugía de lipedema, es común experimentar molestias, hinchazón y hematomas, que disminuyen con el tiempo. Los cuidados postoperatorios incluyen:

  • Uso de medias de compresión durante 6-8 semanas.
  • Realización de ejercicios suaves como caminar o deportes acuáticos.
  • Sesiones de drenaje linfático manual.
  • Mantener una dieta antiinflamatoria y personalizada para una recuperación más rápida.

El seguimiento de estos cuidados garantiza una recuperación adecuada y previene la aparición de complicaciones. La intervención quirúrgica, aunque no cura la enfermedad, asegura una notable mejora en los síntomas y la calidad de vida de las pacientes.

El lipedema es una enfermedad que puede afectar gravemente la calidad de vida si no se diagnostica y trata adecuadamente. Un diagnóstico precoz y un tratamiento integral pueden frenar el avance de la enfermedad y mejorar el bienestar general de las pacientes. Si sospechas que puedes padecer lipedema, es fundamental acudir a un especialista para recibir la atención adecuada.

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