¿Cómo es la recuperación tras una rinoplastia ultrasónica?
Tanto la rinoplastia tradicional que emplea el osteótomo y la maza, como la rinoplastia ultrasónica que emplea un aparato de ultrasonidos para cortar los huesos, limar… son intervenciones que mejorar la funcionalidad y el aspecto de la nariz con el objetivo de armonizar todo el rostro. Para ello se aumentan, reducen, modifican y/o extirpan distintos componentes como la giba, la punta, las alas nasales…
El objetivo de la rinoplastia ultrasónica no debe ser cambiar drásticamente la cara del paciente; se debe respetar su identidad, modificando la nariz con naturalidad. El resultado final debe ser una nariz más bonita y armónica que no muestre señales “muy evidentes” de haber sido intervenida.
Además, toda maniobra quirúrgica que se haga en la nariz debe respetar o mejorar la función respiratoria.
Muchos cirujanos consiguen grandes resultados con las técnicas estándar de rinoplastia tradicional, pero como la rinoplastia ultrasónica es nueva, muy pocos tienen experiencia en el uso de esta nueva herramienta.
El piezotomo es muy útil ya que permite esculpir el hueso con precisión. La capacidad de remodelar y esculpir el hueso proporciona más versatilidad durante la cirugía.
Además, no hay daños colaterales en los tejidos blandos, ya que la energía ultrasónica está sintonizada con el propio hueso y no afecta a los tejidos circundantes. Esto significa tiempos de recuperación más rápidos con poco o ningún moretón en la fase inicial de la curación.
El hecho de que se evite el empleo del osteotomo y la maza permite más control evitando así las fracturas no deseadas y astillado del hueso. Esto es útil para controlar la remodelación del hueso de forma muy precisa y reduce la tasa de revisión de las irregularidades óseas.
Sin embargo, en la rinoplastia por ultrasonidos al igual que en la rinoplastia tradicional todavía se necesitan varios meses para las etapas finales de asentamiento del resultado final.
¿Cuál es el tiempo de recuperación de una rinoplastia ultrasónica?
No se puede dar un plazo exacto al 100%.
El tiempo para conseguir una correcta cicatrización varía en función del tipo de intervención realizada y de las técnicas quirúrgicas empleadas. Eso sí, si tenemos que poner un plazo podemos decir que la mayoría de recuperaciones se prolongan entre dos y tres semanas.
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo trabajar sobre el tabique nasal que corregir un defecto en la punta de la nariz. Por poner un ejemplo, los huesos de la nariz tardan aproximadamente 6 semanas en curarse.
Ahora bien, nuestro objetivo siempre es que la recuperación sea lo más llevadera posible y que el paciente pueda reincorporarse a su vida laboral a la semana de la intervención; pese a que se mantenga la férula nasal o los apósitos, y aún persista algún pequeño hematoma.
Las dos primeras semanas suelen ser las más complicas, a partir de ahí todo se vuelve más sencillo y las señales de la cirugía son cada vez menos evidentes.
¿Cómo es la primera semana tras la cirugía?
Los primeros días son los más difíciles. Es normal que se experimenten molestias fruto del edema facial, de algún morado que aparece alrededor de los ojos o en el área de las mejillas, o del hecho de tener que llevar la férula. Estos inconvenientes pueden tratarse con analgésicos orales.
La incomodidad y el dolor deberían disminuir a las 72 horas después de la cirugía. El paciente debe ponerse en contacto con el cirujano si se produce un aumento significativo del dolor después de este período de tiempo.
Puede producirse una disminución o alteración temporal del sentido del olfato y/o del gusto durante la primera y segunda semana tras el procedimiento. Esto se debe a la interrupción de algunos nervios de la nariz durante la cirugía.
La férula nasal y los apósitos se retiran entre 5 y 7 días después de la cirugía.
¿Cómo es la segunda semana tras la rinoplastia?
Durante la segunda semana comienzan a desaparecer la hinchazón y los moratones. La mayoría de pacientes puede reincorporase al trabajo, evitando todo tipo de actividades físicas extenuantes, así como levantar objetos pesados.
Es fundamental que el paciente no se exponga al sol de manera prolongada, ya que la piel está muy sensible tras ser intervenida.
¿Cómo nos encontramos transcurrido un mes de la intervención?
Tras un mes, la mayoría de los pacientes se ven y se sienten recuperados. Puede quedar algún rastro de inflamación, sobre todo en la punta de la nariz, pero el paciente ya puede ver claramente los resultados quirúrgicos.
Transcurrido este tiempo el paciente ya puede realizar actividad física moderada y empezar a utilizar gafas de vista o sol.
¿Cómo nos encontramos a los seis meses? ¿y al año?
Tras seis meses, el paciente puede volver a realizar deportes de contacto.
Al año, la nariz habrá sanado completamente tanto por dentro como por fuera; es en ese momento cuando podemos decir que los resultados son totalmente definitivos.
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Dr. Pedro Antolín en Masquemedicos
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