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100 metros. Una historia real sobre la esclerosis múltiple

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La película que os dejo este viernes de cine es ‘100 metros‘, con guión y dirección de Marcel Barrena. Me gusta el cine español y disfruto de nuestra manera de contar las cosas. La semana pasada disfruté con esta película, a pesar de tener un enfoque dramático y duro de fondo sobre una enfermedad que yo personalmente pensé que conocía pero que viendo el día a día en el film creo que me equivocaba.

La enfermedad sobre la que trata la película es la esclerosis múltiple y nos cuenta la historia basada en un caso real, Ramón Arroyo que fue sorprendido por el director hace dos años pensando si acaso que todo eso era una cámara oculta. La historia de Ramón fue y es un modelo de superación pues a pesar de su diagnóstico, decidió enfrentarse a esta enfermedad llamada de las mil caras y salir a correr y a poner a prueba sus músculos y todo su cuerpo. Esta idea podía parecer que no tiene nada reseñable sino fuera porque Ramón llegó en 2013 a completar un Ironman y a partir de ahí maratones, carreras, triatlón… luchando mientras con la enfermedad que le acechaba.

La vida de Ramón Arroyo, interpretado por Dani Rovira

En la película el personaje de Ramón Arroyo lo interpreta un destacable Dani Rovira, que para mí muestra el papel de una manera muy natural y que consigue captar nuestra atención. Es un llamativo publicista de una empresa en Barcelona que vive con su mujer embarazada Alexandra Jimenez, su hijo y parece que de forma temporal con su suegro, una vez más en la ficción Karra Elejalde. Un día empieza a notar que tiene un pequeño hormigueo en las extremidades, lo comenta con su mujer por la noche antes de acostarse pero no le da tiempo a volver a pensar en ello porque al día siguiente ya se levanta con un brote en el cuerpo que le impide moverse, hablar con fluidez y casi ni siquiera pedir ayuda. En el hospital comienzan a hacerle pruebas y pronto obtienen que el diagnóstico es esclerosis múltiple. La película muestra las diferentes etapas por las que pasa el enfermo, la parte depresiva y oscura del golpe que abofetea y que te informa que tu vida va a cambiar, esconderte en la habitación como un perro herido esperando que la vida lama tus heridas, la parte del contacto con el tratamiento, el entorno médico, las expectativas personales y luego el día a día, convivir con la enfermedad y mucho más allá intentar superarla y sacar aquello que es muy difícil, la parte positiva de todo eso.

La película lo consigue de una manera fresca, mezclando la parte cómica con la dramática, como solo ese reparto podía conseguir. Como decía el propio Ramón Arroyo, el mensaje final es que nos quedemos con que a pesar de convivir con una enfermedad debemos de buscarnos nuestros retos, que nos hagan despertar de nuevo, no quiere decir que tengamos que hacer un ironman para enfrentarte a la esclerosis, pero si salir de esa zona donde te encierra el diagnóstico y que se crea en gran parte a través de la mente.

Su nombre, ‘100 metros’, hace referencia a que en el pronóstico inicial se prevé que Ramón no pudiera caminar en un año esa distancia y al final la película nos muestra que podemos cogerle la medida que queramos a la vida.

Olvídate de cliches, del reparto, de si la película es española o no, si te gusta el director…lánzate y déjanos tu opinión.

Silvia Santana

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