Resiliencia. Aprende a superar los momentos difíciles
En la vida suceden acontecimientos difíciles que debemos enfrentar. La muerte de un ser querido, una grave enfermedad, perder el trabajo… Y ¿qué es lo que nos permite adaptarnos a esa nueva situación?
Con el tiempo, las personas logramos adaptarnos a situaciones complejas que dan un giro drástico a nuestras vidas, e incluso algunas consiguen salir fortalecidas de ellas. Esto se debe al desarrollo de una habilidad conocida como resiliencia, que es la capacidad para adaptarnos y superar las situaciones difíciles.
¿Qué es la resiliencia?
Es la capacidad de los seres humanos para asumir situaciones límite, adaptarse y sobreponerse a ellas. Gracias a la resiliencia, además, es posible conseguir salir fortalecidos de estos acontecimientos.
Ser resiliente no quiere decir no sentir malestar o dolor ante los eventos difíciles que ocurren en nuestras vidas. Estos tienen un impacto negativo, que deriva en dolor e incertidumbre, pero con el tiempo conseguimos sobreponernos y adaptarnos a esos cambios. Las personas resilientes, además, consiguen utilizar estos sucesos traumáticos para hacer crecer su potencial y fortalecerlo.
Las personas resilientes tienen una forma diferente y más optimista de ver la vida. Para este tipo de personas la vida no es dura, sino que existen algunos momentos difíciles. La resiliencia no es una cualidad innata, sino que todas las personas pueden llegar a desarrollarla, son conductas y pensamientos posibles de aprender.
Habilidades características de las personas resilientes
- Aceptar la realidad tal y como es. Ponen atención y conciencia plena en el momento presente. Poseen la capacidad de tener conciencia en el aquí y el ahora, aceptando las experiencias del pasado como parte del ayer.
- Ver los problemas como una oportunidad para aprender. Las personas resilientes identifican las causas del problema, para así evitar que se repitan. Ven las dificultades como un proceso de aprendizaje, y una oportunidad para hacer un cambio. Toman conciencia de que ese momento no durará para siempre y que lo importante es la reacción que se tenga ante él. De esta dependerá el futuro.
- Controlar sus emociones e impulsos ante situaciones de presión.
- Conocer las fortalezas, cualidades y limitaciones propias. Así es posible hacer planes más objetivos y realistas, teniendo en cuenta los recursos que se tienen para conseguirlos.
- Tener una visión positiva de sí mismos. Entendiendo las fortalezas y debilidades propias, se logra una mayor autoconfianza. Las personas resilientes se saben responsables de su propio bienestar, y no permiten que su estado esté determinado por las situaciones que ocurren en la vida.
- Saber cuándo pedir ayuda. Es necesario superar las situaciones difíciles y traumáticas. Es importante ser consciente de la importancia de contar con el apoyo social y en ocasiones, incluso, buscar la ayuda de un profesional.
La resiliencia puede aprenderse y desarrollarse. Aceptando las emociones que producen los momentos difíciles sin huir de ellas, y sacando provecho de esa situación para recuperar el equilibrio. Para conseguir estas habilidades, existen algunos hábitos que podemos poner en práctica para ser personas resilientes:
- Ser realista. Dar a los problemas la importancia justa, sin magnificarlos ni exagerar.
- Recurrir a pensamientos constructivos. Pensar de forma realista, sin torturarse buscando a todo un por qué. Las decisiones deben tomarse de forma racional sin que el pasado influya, y sin dejar que los impulsos nos dominen. Debemos centrarnos en cómo superar la adversidad.
- Tomar conciencia de las emociones básicas y no avergonzarse por sentirlas en determinados momentos.
- Rodearse de relaciones sólidas, formadas por familiares y amigos cercanos. Ellos son el mejor apoyo y ayuda en los momentos difíciles.
- Prestar atención a los problemas de esos amigos cercanos y familiares. No sólo centrarnos en nosotros mismos, así podremos relativizar la realidad.
- Fijar metas y objetivos realistas, enfocados a realizar el cambio que deseas. Incluir pequeños actos cada día con mirar a lograr lo que se desea.
Es necesario tiempo y autoconocimiento para aprender a ser resiliente pero, al conseguirlo, podremos beneficiarnos de estas habilidades y mejorar nuestra calidad de vida.
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El artículo me ha encantado. Valoro los consejos y recomendaciones que ofrece para superar las situaciones dificiles y me da esperanza el recordar que cualquier fracaso que experimetamos en nuestra vida se puede convertir en un éxito.