Aumento de pecho para solucionar la mama tuberosa
Durante el crecimiento de las mamas algunas mujeres puede desarrollar una malformación congénita llamada mama tuberosa.
Un gran número de mujeres que solicitan una intervención de aumento de pecho, tiene algún grado de tuberosidad, pero no han oído hablar sobre este problema. Más fácilmente la mama tuberosa se puede definir como un tipo de pecho con una forma anormal.
El desarrollo de la mama tuberosa se produce durante la adolescencia, una de las mamas se desarrolla con un forma más “picuda”, pero la función de esta es completamente normal.
La mama tuberosa puede producir un gran malestar físico y psíquico en la mujer, por esta razón muchas de las que sufren este problema deciden recurrir a una cirugía para solucionarlo.
¿Qué requisitos debe cumplir la paciente?
Cualquier mujer sana y mayor de edad que desee corregir una deformidad en sus pechos provocada por un problema de mama tuberosa, puede someterse a una colocación de implantes para modificar el tamaño de sus senos devolviendoles la armonía.
El pecho es un símbolo de feminidad, por lo que la mama tuberosa puede causar en la mujer complejos y alteraciones psicológicas. Al corregir la forma del pecho, la mujer conseguirá sentirse más segura de sí misma, aumentando su autoestima y mejorando sus relaciones interpersonales.
Cirugía de aumento de pecho en mama tuberosa
La cirugía de aumento de pecho es la solución para esta malformación de los senos. Antes de someterse a la intervención, es imprescindible detectar si existe tuberosidad en la mama, para garantizar que los resultados sean los esperados por la paciente, además de evitar complicaciones.
Estudio preoperatorio
En la consulta el cirujano estudiará en detalle la forma de los senos, el tamaño de la areola y del pezón, así como el estado de salud de la paciente, con el fin de realizar un diagnóstico adecuado.
Seguidamente se explicará la técnica que se va a realizar paso a paso, resolviendo todas las dudas que puedan surgir.
Es conveniente realizar además una analítica antes de la cirugía, y se recomienda verificar imágenes de ecografías y mamografías existentes.
Todas estas pruebas preoperatorias se realizan para comprobar que la paciente es apta para la intervención de aumento de pecho para corregir las mamas tuberosas. La técnica a utilizar se adapta a la paciente, y dependerá del grado de deformidad de la mama.
Intervención
Con esta intervención se logra eliminar la forma tubular o cónica de la mama y corregir asimetrías, obteniendo un pecho más redondeado, y evitando la caída del mismo. Además, se aporta volumen en las zonas que falta.
Dependiendo del grado de caída de la mama, será necesario realizar diferentes cicatrices para colocar el pecho en una posición ideal. Cuando la caída es leve, se eleva la areola unos centímetros, y la cicatriz será únicamente alrededor de ella. La cicatriz alrededor de la areola se disimula gracias a la diferencia de color entre la areola y la piel del seno.
Si se trata de una caída de pecho más pronunciada, será necesario realizar una cicatriz vertical. Siendo esta la que mejor cicatriza, y menos señal deja.
En las mamas tuberosas el tamaño de las areolas suele ser excesivo, por lo que durante la cirugía también se reduce el tamaño de las mismas.
Dependiendo de las características del pecho y de las necesidades de cada paciente, el implante colocado puede ser de forma redonda o anatómica. Será el cirujano, experto en este tipo de intervenciones, quien decidirá el tipo de implante idóneo en cada caso.
Generalmente esta operación no requiere drenaje ya que el sangrado es mínimo o inexistente.
La cirugía de aumento de pecho para corregir la mama tuberosa se realiza bajo anestesia general, y tiene una duración de 1 a 2 horas, dependiendo del tipo de intervención a realizar.
Una vez que la paciente despierte tras la cirugía, permanecerá en la zona de recuperación, bajo observación médica durante 1 o 2 horas. Finalmente será trasladada a la habitación. El ingreso hospitalario será de 24 horas, al día siguiente de la intervención la paciente recibirá el alta, tras retirar el vendaje y colocar el sujetador especial que se utiliza en el postoperatorio.
Postoperatorio del aumento de pecho para corregir las mamas tuberosas
La paciente puede sentir molestias y sensación de tirantez durante las primeras 48 horas posteriores a la intervención. Para conseguir alivio y reducir la incomodidad, es posible recurrir a un tratamiento con analgésicos, siempre bajo supervisión médica.
Al principio también es frecuente que se presente inflamación, cardenales en los senos y molestias al realizar algunos movimientos. En algunos casos la paciente puede manifestar una sensación de tensión y pérdida de sensibilidad en la zona, normal tras la intervención.
Siguiendo todas las indicaciones médicas, tanto antes como después de la operación de aumento de pecho, se lograrán los mejores resultados.
Es conveniente acudir a revisiones con el cirujano hasta un año después de la cirugía, para comprobar los resultados finales.
Es importante recordar que para realizar una cirugía de aumento de pecho para corregir las mamas tuberosas, es imprescindible acudir a la consulta de un especialista en cirugía plástica, estética y reparadora.
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