Trasplante de grasa para tratar el contorno corporal
La cirugía del contorno corporal tiene por objeto modificar la forma del cuerpo, remodelando la silueta y eliminando los excesos de grasa y de piel. Gracias a estos tratamientos se recupera la figura, se mejoran las proporciones corporales y se consigue una apariencia corporal más atlética y juvenil.
¿Qué intervenciones inciden en el contorno corporal?
Las intervenciones de cirugía estética corporal actúan sobre el abdomen, la cintura, las caderas, los flancos, los glúteos, los muslos, los brazos, las piernas… ya sea para mejorar la pérdida de firmeza y tono muscular, para eliminar cualquier acumulación de grasa localizada o para solucionar cualquier defecto estético.
Entre las intervenciones existentes podemos destacar:
- Braquioplastia o lifting de brazos
- Lifting de muslos
- Liposucción
- Abdominoplastia
- Aumento, reducción o levantamiento de mamas
- Corrección de asimetrías mamarias
- Aumento y reducción de glúteos
- Ginecomastia o agrandamiento de pechos en los hombres
- Cirugía genital
¿Cómo funciona la trasferencia de grasa para tratar el contorno corporal?
Una de las técnicas más empleadas para tratar el contorno corporal es la conocida como transferencia de grasa, injerto de grasa o lipofilling.
Se trata de un procedimiento desarrollado durante los años 90 que ha ido perfeccionándose año tras año, hasta convertirse en una auténtica revolución estética.
Gracias a este procedimiento se consigue lo que podríamos denominar como efecto dos en uno:
- Se emplea la grasa sobrante del propio paciente para reubicarla en otras partes del cuerpo donde existe una carestía, consiguiendo un relleno o aumento de volumen natural.
- Además, se elimina el uso de materiales sintéticos o semi-sintéticos totalmente ajenos al cuerpo.
Por poner un ejemplo bastante claro: el aumento de glúteos (gluteoplastia) o la remodelación de los senos caídos o pequeños mediante la grasa extraída del abdomen o de los muslos.
La trasferencia de grasa también suele emplearse para corregir cicatrices hundidas o zonas del cuerpo que han sufrido radioterapia, para corregir asimetrías mamarias, para reconstruir una mama tras un proceso tumoral, para dar volumen a las piernas o los brazos, para rellenar los genitales femeninos…
¿Cómo es el tratamiento de lipofilling corporal?
Para extraer y aspirar la grasa se emplean técnicas de liposucción a través de una o varias incisiones de entre 3 y 5 milímetros.
Antes de volver a introducirla grasa en el cuerpo ésta se trata y purifica mediante centrifugación, filtración o lavado, con el objetivo de aumentar la probabilidad de prendimiento del injerto y disminuir el porcentaje de absorción de la grasa por el propio cuerpo.
El resultado es un tejido graso puro, limpio y líquido, completamente preparado para ser inyectado en la zona deseada.
La grasa que se inyecta en el cuerpo se distribuye uniformemente en la zona tratada. Para su aplicación se emplean cánulas de reducido tamaño diseñadas específicamente para el procedimiento. Mediante estas cánulas se crean túneles en los que se van liberando las células grasas de forma controlada para garantizar la homogeneidad del injerto.
La ventaja de emplear cánulas de pequeño grosor es que no quedan cicatrices visibles ni en la zona donante ni en la receptora, y que se depositan las partículas de tejido graso más pequeño que son las que tienen más probabilidad de prendimiento y supervivencia.
¿Qué ventajas ofrece el tratamiento?
La ventaja es que al tratarse de grasa del propio paciente las zonas receptoras reciben las nuevas células sin rechazo, garantizando un elevado porcentaje de supervivencia de las células y eliminando la posibilidad de efectos adversos y/o alergias. Eventualmente pueden aparecer hematomas que ralentizarán el proceso de curación y cicatrización.
Además, la grasa trasplantada está rodeada de tejido sano, lo que le permite mantener un contacto estrecho con los tejidos circundantes que se encargan de suministrarle oxígeno y nutrientes.
Esta grasa contiene un importante componente de células madre, que en algunas situaciones puede tener capacidad regenerativa, mejorando las características tisulares de una zona como la piel que puede estar dañada por radioterapia, cicatriz, envejecimiento, etc.
Al ser un tejido vivo, la grasa que prende y se asienta en su nueva ubicación permanece indefinidamente. Ahora bien, a veces es conveniente realizar alguna sesión complementaria para conseguir el volumen deseado y un resultado perfecto, porque la capacidad del tejido receptor de integrar el injerto graso no es infinita.
Dr. Pedro Antolín: especialista en cirugía post bariátrica
Dr. Pedro Antolín en Masquemedicos
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