Apoyo psicológico en la maternidad en solitario
Hay mujeres que siempre han tenido el deseo de ser madres desde lo más profundo de sus vísceras y es un objetivo en su vida. La mayoría de ellas, hubieran deseado ser madres con una pareja, compartir con el otro su proyecto de familia y que aportará seguridad a la relación y a sus futuros hijos.
Si el paso de los años no ha ayudado a establecer una pareja con la que sientan seguras para ser madre, o porque la pareja que han tenido no desean ser padres, o porque están divorciadas, o viudas, o no tienen una relacion de pareja estable y fundamentalmente por la edad, comienzan a plantearse la maternidad en solitario.
Las que acuden a consulta, son la mayoría, mujeres con éxito profesional y una capacidad económica que les da seguridad en la decisión que están elaborando y con buena capacidad de introspección. Informan a las familias y se someten a los tratamientos de Reproducción Asistida u optan por la adopción si la Reproducción Asistida no ha dado resultado.
¿Por qué acuden a consulta psicológica?
En la consulta se cuestionan como informar a su hijo de la ausencia de su padre, les preocupa como informar a los demás, en su trabajo y en las relaciones sociales cuando han tomado esta decisión, si podrán tener una pareja de nuevo, a pesar de tener un hijo por decisión propia, si enfermaran o su situación económica cambiara, si serán buenas madres, si podrán aportar a sus hijos lo que necesitan en el día a día, si no están siendo egoístas con la decisión de ser madres para tapar su soledad que las está angustiando.
Se cuestionan, no por inseguridad, si por responsabilidad. Cuando lo deciden están satisfechas y con fuerzas para ejercer la maternidad en solitario, compartiendo a sus hijos con familiares y amigos y están abiertas a hablar a sus hijos con naturalidad sobre su deseo de haberles tenido.
Este perfil de mujeres, después de cuestionarse lo que significa para ellas y su futuro hijo ser madres, tiene buen pronóstico y facilidad para quedarse embarazadas y capacidad de crianza, en el día a día. Ejercerán bien su función de madres. Tienen buena capacidad para amar a este hijo y le informaran de cómo ha sido ese proceso para concebirlo e integran que si un día su hijo desea saber quién es su progenitor y está preparado y la ley lo permitiera, le apoyaran a pesar de sus miedos.
Estas mujeres, no se someten de forma compulsiva a los tratamientos y si por alguna razón no pudieran embarazarse, asumen con buena tolerancia a la frustración no ser madres biológicas e incluso acuden a la adopción internacional o la acogida si desean cuidar y educar a un menor.
Otro tipo de mujeres que son o desean ser madres solas
Otras, en minoría, desean ser madres y es un objetivo en su vida, como lo puede ser el éxito profesional. En estos últimos años, la evolución de la ciencia se lo permite y sienten seguridad respecto a la calidad del gameto donado y la legislación jurídica en relación al anonimato del portador. No desean que ninguna persona, hombre o mujer interfiera en la crianza de sus hijos, si comparte al hijo con la familia y amigos, pero no con alguien que biológica o jurídicamente tenga un poder sobre el menor, aparte de ellas.
Se sienten con fuerza para criar a sus hijos sin acompañamiento del progenitor.
Estas se sienten seguras en sus decisiones y no buscan apoyo psicológico en el proceso inicial. Pertenecen a grupos de mujeres solas, realizan encuentros, se apoyan entre ellas y si en algún momento, cuando la crianza del hijo resulta dificultosa, o la legislación cambia y precisan ordenar sus emociones contradictorias, quizás buscan apoyo profesional.
María José García Rodríguez, psicóloga en Masquemedicos
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