Mentoplastia: define y armoniza tu rostro modificando tu mentón
La mayoría de personas cree que la armonía del rostro se consigue tratando el tamaño de los labios y/o de la nariz, pero en muchas ocasiones ese “problema” estético viene determinado por la forma y la posición de la barbilla. Un mentón bien definido y proporcionado es fundamental a la hora de equilibrar el rostro; además, el mentón juega un papel fundamental en el aspecto del perfil facial.
La conocida como mentoplastia, es decir, la cirugía estética del mentón, es un procedimiento quirúrgico que se encarga de remodelar el mentón ya sea para aumentarlo como para reducirlo. El objetivo de la intervención es mejorar el perfil o los contornos faciales.
La forma del mentón viene determinada por el maxilar inferior. Las anomalías en su forma son muy variadas y pueden tener un origen genético o ser fruto de algún tipo de traumatismo.
Mentoplastia de reducción y de aumento
Cuando el paciente cuenta con un mentón demasiado prominente se recomienda la conocida como mentoplastia de reducción. Se trata de una técnica avanzada, muy meticulosa y bastante compleja, por lo que es necesario ponerse en manos de cirujanos maxilofaciales con una larga experiencia demostrable.
Para solucionar un mentón prominente, el cirujano elimina la porción sobrante de la mandíbula y el exceso de tejido. Normalmente para asentar el nuevo mentón a su nueva posición se fija la apertura de la boca colocando una inmovilización durante unos cuarenta días.
Por su parte, si el problema es que el paciente cuenta con un mentón retraído y mal definido, lo que necesitará será una mentoplastia aumentativa o cirugía de aumento de mentón. El principal problema de una mala definición del mentón es que acentúa el tamaño de la nariz y hace que el cuello se vea como más carnoso, desequilibrando completamente el aspecto del rostro.
El aumento de mentón puede realizarse siempre y cuando exista una correcta oclusión dental. El cirujano diseña un implante a medida para cada paciente y lo coloca debajo de la piel, a partir de una pequeña incisión debajo de la barbilla (vía submentoniana), modificando significativamente la forma externa del mentón, acabando con el aspecto retraído o hundido. Las cicatrices son prácticamente invisibles.
El implante o prótesis puede ser autólogo, es decir, estar realizado con tejidos propios del paciente o artificial. Estos implantes cuentan con gran variedad de tamaños y formas, lo que permite que se adapten a las facciones faciales de cada paciente de forma personalizada. Tras la intervención el paciente deberá llevar un apósito semicompresivo durante una semana, lo que le ayudará a inmovilizar la zona.
En muchas ocasiones la mentoplastia aumentativa suele combinarse con una rinoplastia en la misma sesión quirúrgica.
¿Qué puedo conseguir con una mentoplastia?
- Corregir malformaciones fruto de anomalías en el desarrollo de los huesos de la mandíbula.
- Solucionar asimetrías faciales causadas por el desigual crecimiento de los huesos de la mandíbula.
- Remodelar mentones que no guardan proporción con relación al resto de rasgos faciales.
- Aumentar o reducir el tamaño del mentón para mejorar el perfil facial y la forma del rostro.
- Reconstruir el cráneo tras un traumatismo severo o determinados tipos de cáncer.
- Como parte de la cirugía de reasignación de género. El tamaño y la forma de la barbilla y de la mandíbula inferior son diferentes en los hombres y las mujeres. Es normal que algunas personas se intervengan el mentón como parte de su transición de género.
- Para reposicionar los huesos faciales con el objetivo de corregir deformidades que afectan la capacidad de hablar o de masticar normalmente.
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