¿Cuál es el tiempo de recuperación y de inactividad tras una otoplastia?
La otoplastia es una intervención quirúrgica cuyo objetivo fundamental es remodelar el pabellón de la oreja o del oído externo. Se suele realizar para corregir deformidades congénitas, como pueden ser las “orejas de soplillo”, o para mejorar la apariencia estética de las orejas.
La otoplastia es un procedimiento que no tiene edad. Su indicación es fundamentalmente psicológica y social. Se puede realizar desde que la oreja está desarrollada, normalmente a partir de los 7 años, con anestesia local en adultos y con una sedación ligera en niños.
En condiciones normales, se trata de una operación sencilla, que no suele presentar complicaciones para la salud, siempre y cuando se realice por un cirujano plástico titulado y perfectamente cualificado para llevarla a cabo.
Ahora bien, pese a que la técnica empleada para corregir las orejas es similar en la mayoría de los casos, cada paciente es un mundo, por lo que el periodo de recuperación variará en función de cada paciente, del tipo de intervención realizada, del estado de salud la persona intervenida… Pueden establecerse unas pautas de recuperación y unos tiempos de inactividad comunes:
Recuperación y tiempo de inactividad
La recuperación es muy rápida, pudiendo el paciente reincorporarse a sus actividades cotidianas en 24-48 horas. Además no es necesario el ingreso hospitalario; los pacientes pueden volver a su hogar horas después de la cirugía.
Tras la intervención se protege la cabeza con una ligera banda elástica para evitar cualquier roce molesto. La diadema deberá llevarse durante una semana; a partir de ese momento solo será necesaria por la noche. Es conveniente que el paciente mantenga la cabeza algo elevada a la hora de dormir para minimizar la hinchazón, por ello se recomienda añadir una almohada extra en la cama.
Durante las primeras 48 horas se pueden tomar analgésicos -convenientemente recetados por el doctor- para atenuar las molestias y la inflamación. También es normal que aparezcan moretones mínimos y que el paciente sienta palpitaciones o dolor en las orejas.
Los resultados son perfectamente visibles nada más terminar la operación. Las cicatrices quirúrgicas quedan escondidas detrás de la oreja. La nueva posición de las orejas es permanente, y puede apreciarse pese a la ligera inflamación inicial.
El paciente debe evitar los rayos solares directos durante unas seis semanas. Se pueden utilizar gafas siempre que no se apoyen en la zona de la incisión, y lavarse el cabello suavemente con champú desde el día siguiente de la intervención.
Es importante evitar el uso de secadores de aire caliente u otros objetos que produzcan calor o frío porque podrían dañar a las orejas.
El cirujano es quien debe decidir cuándo se puede reanudar el ejercicio físico. Ante cualquier duda es conveniente consultar con el cirujano para actuar según su opinión.
Dr. Mira: especialista en otoplastias
Dr. Juan A. Mira en Masquemedicos
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