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El papel de la psicología en el tratamiento de la Fibromialgia

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La Psicología juega un papel muy importante, fuera de toda duda en el abordaje del dolor crónico y en concreto en el caso de la fibromialgia. Las técnicas psicológicas y más específicamente la terapia cognitivo-conductual han demostrado ser uno de los pilares básicos donde debe sustentarse el tratamiento de estos pacientes con dolor crónico, junto con el tratamiento farmacológico.

El valor de la intervención psicológica es útil para cambiar las actitudes y comportamientos aprendidos en relación al dolor y modificar de esa manera tanto la conducta manifiesta como la experiencia subjetiva (vivida por uno mismo) de dolor.

Síndromes de dolor crónico en España

La prevalencia e incidencia de los diferentes síndromes de dolor crónico en la población general está poco documentada en nuestro país. La mayor parte de datos que conocemos se basan en encuestas realizadas en amplias muestras de población, sobre todo estadounidense. Los más conocidos son los aportados por el Informe Nuprin en el que la cefalea aparecía como el dolor más frecuente entre los norteamericanos con episodios esporádicos en un 73%.

Le seguían en frecuencia el dolor de espalda (56%), los dolores musculares (53%), o articulares (51%), el dolor de estómago (46%) y el dolor premenstrual en las mujeres (40%). Centrándonos en las características de la población vemos que, con excepción del dolor articular, cuya prevalencia se incrementa con la edad, los demás tipos de dolor se daban más frecuentemente en las personas jóvenes, siendo más habituales en las mujeres que en los hombres.

También se observan relaciones con la ocupación laboral, con mayor frecuencia en desempleados, trabajadores a tiempo total y mujeres que trabajan fuera del hogar.

En la población europea, la mayor prevalencia correspondía, de acuerdo con los datos de una encuesta realizada en Suecia, al dolor en la zona del cuello y hombros (30%), seguida de zona lumbar (23%). También la prevalencia del dolor variaba con el nivel socio-económico, encontrandose mayor frecuencia en trabajadores.

Datos sobre la incidencia del color crónico

Es de destacar la gran magnitud que el problema del dolor crónico tiene en las diferentes muestras estudiadas. Algunos datos que aparecen de forma consistente en todos los trabajos es la mayor ocurrencia de problemas de dolor en las mujeres que en los hombres, y su mayor frecuencia entre la población trabajadora.

La magnitud del problema del dolor crónico se infiere también de las consecuencias económicas y sociales que su padecimiento genera. La magnitud de los gastos directos (consultas médicas, pruebas diagnósticas, fármacos, etc) que suponen los problemas de dolor crónico en nuestra sociedad es imposible de cuantificar. A esto habría que añadir los gastos indirectos que, representan las pensiones de invalidez o los días de trabajo perdidos a causa del dolor. La lumbalgia es el problema de salud que mayores costes médicos y sociales produce debido a la gran proporción de problemas de este tipo que tienen su origen en accidentes laborales.

Junto a estos graves problemas económicos hay que considerar el impacto que el padecer dolor de forma crónica tiene sobre el entorno social del sujeto. El sufrir de forma continua o repetitiva una experiencia tan aversiva como es el dolor, condiciona muchas de las actividades de la vida del paciente: sus relaciones familiares, laborales, sociales, etc. No es extraño que estos pacientes manifiesten además del dolor otra serie de problemas como ansiedad, depresión, abuso de bebidas alcohólicas o estupefacientes y tranquilizantes. También se ha constatado que con frecuencia en los familiares de los pacientes de dolor crónico se hacen patentes problemas como la depresión.

José Antonio González Ortega, psicólogo en Masquemedicos

José Antonio González Ortega
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