Trastorno Negativista Desafiante ¿Qué es? ¿Cómo debemos actuar los padres?
Es muy normal y en ciertas ocasiones sano, tanto en niños como adultos, a veces enfadarnos, cuestionarnos ciertas normas que no nos parecen adecuadas o discutir por algo. Siempre que actuemos con respeto, sepamos cuándo parar y no utilicemos el enfado para solucionar las dificultades; no existe problema. Pero si observas que tu hijo o hija siempre cuestiona todo, desafía constantemente, discute habitualmente y/o emplea el enfado como el camino para superar obstáculos; puede ser que se trate del trastorno de conducta negativista desafiante.
A continuación, vamos explicar qué es el Trastorno Negativista Desafiante o TND y cómo podemos los padres, ayudar a nuestros hijos o hijas.
¿Qué es el Trastorno Negativista Desafiante?
Es un trastorno de conducta. Son niños, niñas o jóvenes, que parece que siempre están enfadados, en gran medida desobedientes, muy habitualmente tienen un no por respuesta, se cuestionan todo, faltan al respeto con cierta autoridad a los adultos, intentan saltarse las normas y molestan deliberadamente.
Las principales características de los niños y jóvenes, que presentan Trastorno Negativista Desafiante, son:
- Se enfadan frecuentemente.
- Poseen una actitud generalmente rebelde.
- No aceptan las reglas o normas, desafiando su cumplimiento.
- Rechazan cumplir las peticiones de otras personas.
- Discuten habitualmente.
- Se revelan activamente con los adultos o cualquier persona de autoridad.
- Orientan su comportamiento a molestar o enfadar a los demás.
- A menudo son rencorosos y vengativos.
- Siempre tienen una excusa para su mal comportamiento, normalmente, culpando a otras personas de ello.
En muchas ocasiones, los niños o jóvenes, que presentan TND, manifiestan adicionalmente otros trastornos, tales como por ejemplo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
El Trastorno Negativista Desafiante, normalmente, suele mostrarse a edades muy tempranas, antes de los 8 años de edad; aunque a veces también puede mostrarse, en los primeros años de la adolescencia.
Este comportamiento y trastorno de conducta, causa muchos problemas a los niños o jóvenes que lo presentan, tanto en su desarrollo personal como en sus relaciones; afectando negativamente y en gran medida a los ámbitos en los que se presenta y provocando un gran sufrimiento a todos los implicados. Puede tener consecuencias muy perjudiciales tanto en
la esfera familiar, como en la académica y social.
¿Cómo debemos actuar los padres?
Si tenemos sospechas que nuestro hijo o hija, pueda presentar el trastorno negativista desafiante, lo primero que debemos realizar, es buscar ayuda profesional. Un buen centro de psicología infanto-juvenil, contará con la experiencia y los profesionales adecuados, para realizar una evaluación certera y conocer si efectivamente, el niño o joven presenta este tipo de trastorno.
Una vez diagnosticado, se establecerá la adecuada intervención multidisciplinar, en base a las características y necesidades del niño o joven y la familia.
Cuanto antes se detecte el problema y se inicie el tratamiento, más fácil será la solución y menores serán los daños. La duración de la intervención, dependerá de la gravedad del trastorno, pero debemos siempre recordar que no existen soluciones mágicas ni inmediatas. Con los profesionales y el tratamiento adecuado, niños y jóvenes con TND, mejoran progresivamente y aprenden a controlar sus impulsos y su comportamiento.
Normalmente será necesario, tratamiento psicoterapéutico individual con el niño o joven, para ayudarle a interactuar de forma más positiva y eficaz con su entorno y mejorar el autocontrol sobre su comportamiento y emociones negativas; y terapia o entrenamiento familiar, en la que los progenitores desarrollarán nuevas y eficaces habilidades en la crianza de su hijo o hija, mejorará su relación y se reducirán los problemas de comportamiento.
Igualmente son muy aconsejables, los programas de educación emocional y/o habilidades sociales grupales, que ayudarán al niño o joven, a aprender métodos adecuados de expresión, conductas positivas y de colaboración y contribuirán a mejorar su autoestima.
Pautas para padres y madres de niños o jóvenes, con Trastorno Negativista Desafiante
Convivir y educar a un niño o joven negativista desafiante es difícil.
Habitualmente, los padres nos sentimos cansados, desesperados y muchas veces culpables del comportamiento de nuestro hijo o hija. La intervención de un buen equipo profesional, nos ayudará a conocer mejor a nuestro hijo, entender su problema, y saber cómo comportarnos para ayudarle y mejorar nuestra relación.
A continuación, los especialistas de Educa Integral, os ofrecemos tres eficaces y sencillos consejos, que os permitirán ayudar a vuestro hijo o hija, con trastorno negativista desafiante:
- Acordad en consenso con el niño, niña o joven, las normas, conductas adecuadas y limites que se deben respetar y las consecuencias de su comportamiento. Es importante que, todo ello sea establecido de forma previa y clara; asegurándonos que las comprende y conoce que debe responsabilizarse de su conducta.
- Tened paciencia, pero con cariño y respeto, manteneros firmes con vuestro hijo o hija, en el cumplimento de lo establecido.
- Reforzad positivamente siempre que el niño o joven, realice los comportamientos adecuados.
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