Aumento de senos natural. ¿Es posible?
Aumentar los senos de forma natural comiendo almendras, soja o aguacate, y haciendo ejercicios de pectorales de forma asidua, es una creencia popular que se ha extendido, pero no es una realidad. A continuación te contamos las razones.
El tamaño y la forma de los senos cambia en función de las características genéticas e individuales de cada mujer. Adicionalmente, en las distintas etapas vitales también se producirán cambios. Ya sea en la pubertad, menstruación, embarazo o menopausia, cada proceso traerá consigo algunos cambios en los senos de una mujer. Aunque muchos productos cosméticos prometen maravillas, la realidad es que actualmente no existe ninguno que estimule el crecimiento de los pechos.
Alimentos para aumentar los senos de forma natural
Navegando en la red de redes encontramos diversos mitos, leyendas y promesas, que pueden resultar incluso divertidas. Hayamos hasta libros que te explican detalladamente, lo que debes comer para aumentar la talla de tus senos.
No hay una base científica sólida en la afirmación de que algunos alimentos puedan darte algunas tallas más en tu busto. Siempre lo mejor que puedes hacer, y por supuesto lo que nosotros aconsejamos, es acudir a un especialista en cirugía plástica, quien te orientará adecuadamente.
Ejercicios para aumentar los senos naturalmente
Otro mito extendido es que mediante ejercicios pectorales es posible aumentar o reducir el tamaño de los pechos. Si entrenas esta zona de tu cuerpo conseguirás mantener las fibras de tus músculos activas, y así lograrás prevenir la caída del pecho, manteniéndolos firmes durante más tiempo.
Los pectorales son los encargados de dar sujeción a las glándulas mamarias, pero por mucho que los ejercites el tamaño de tus senos no cambiará.
Alternativas a un aumento de senos natural
Las glándulas mamarias se componen de depósitos de grasa, y están ubicadas sobre los músculos pectorales. Comer ciertos alimentos o entrenar de forma intensa con pesas, no afectará a las fibras grasas del pecho. Esto quiere decir que resulta muy difícil lograr que la talla de los senos aumente con estas técnicas tan popularizadas. Para conseguir un aumento de pecho real, la mejor opción es recurrir a la cirugía estética.
Si buscas modificar el aspecto y forma de tus pechos, lo primero que debes hacer es acudir a un especialista en cirugía mamaria. Existen diferentes técnicas: aumento, elevación, reducción, reconstrucción… Un profesional evaluará tus necesidades y te orientará hacia el tratamiento ideal para ti.
Es normal que surjan dudas antes de realizar una intervención de este tipo, ya sea sobre la propia cirugía, el modelo de las prótesis, el proceso postoperatorio, etc. Por ello contar con un equipo de profesionales expertos, que te acompañen desde el inicio, den respuesta a todas tus preguntas y garanticen un resultado final con el que te sientas satisfecha, es imprescindible.
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Que no aumente la mama con ejercicio no quiere decir que no aumente el pecho. Claro que aumenta, y además queda más alto y más “relleno” ergo más bonito. El pecho no es sólo la mama, es todo lo que hay “encima de las costillas y el esternón”. Por no hablar de la grima que da que a una mujer se le marquen las costillas por no tener ni medio centímetro de músculo pectoral que las borre.
No hay nada como lo natural, unas “tetas de goma” son siempre eso, extrañas al tacto, siempre con el peligro de romperse, artificiales -¿”pelotas” tiesas como naranjas cuando la mujer está boca arriba o colgantes cuando llegan los 40 y pico? ¡Qué horror!-.
Tienes uds. que trabajar en dos líneas: mejora de las prótesis, que dejen de ser “pelotas de goma” y tengan más forma de lágrima y estén mejor ancladas, que no dependan sólo de la piel, para no dar ese espectáculo grotesco que es una mujer de 50 o 60 años con “gomas” en topless; o, sobre todo, hacer que el propio organismo de la mujer con poco pecho cree más tejido mamario y que con los años, éste no padezca de flaccidez, cosa que imagino que pasa por la regeneración y el rejuvenecimiento celular. Ciencia de verdad, no “albañilería”