¿Se puede aprender a ser feliz?
Todos queremos ser felices, y gracias a la ciencia sabemos que es posible aprender a serlo.
A continuación te explicamos los pasos a seguir para alcanzar la felicidad.
Relación entre pensamientos y emociones
Lo que sientes está relacionado con lo que piensas. Es posible modificar tus pensamientos. El primer paso es tomar consciencia de ello, para luego poder trabajar en cambiar los distintos patrones que se han implantado en tu cerebro durante mucho tiempo.
Si piensas, por ejemplo, que no podrás conseguir algo, que no vales, o que la situación te supera; la reacción de cuerpo serán las emociones relacionadas con estos pensamientos.
Todos los procesos que suceden en el cerebro guardan relación entre sí, no funcionan de forma independiente. Las emociones son una reacción química que se produce en tu cuerpo, como consecuencia de los pensamientos que tienes. Si conoces el poder de tu mente para cambiar tus pensamientos, también puedes cambiar tus emociones.
Si tienes un pensamiento como ‘no valgo para nada’, mientras estás intentando hacer una tarea, la reacción será una emoción negativa. Pero en el momento en el que comienzas a pensar ‘puedo hacerlo’, mientras realizas esta tarea, notarás un cambio dentro de ti.
Paso a paso para cambiar tus pensamientos
El primer paso es conocer a fondo cómo funciona tu mente. Ponerle nombre a cada cosa nos ayuda a identificarlas. De esta forma, será mucho más fácil trabajar con ello.
Ahora comprendes la relación entre tus pensamientos y tus emociones.
El segundo paso es identificar el pensamiento que tengas, una vez localizado podrás evaluarlo, determinar si es objetivo, si estás exagerando, si puedes hacer algo para cambiar la situación.
El tercer paso es determinar si ese pensamiento te está dando información útil y actuar. Pero si no se trata de un pensamiento útil, entonces debes cambiarlo.
Por ejemplo, si te sientes desanimado y los pensamientos que vienen a tu mente están relaciones con algo que no has hecho, debes hablarle a tu propio cerebro y agradecerle por recordártelo, pero explicarle también que lo apuntarás para no olvidarlo y hacerlo mañana, porque ahora ocuparás tu tiempo en cosas que levanten tu ánimo, como salir a hacer deporte o quedar con tus amigos.
Puede parecer una locura hablar contigo mismo, pero en realidad es algo que todos hacemos diariamente de forma automática.
Los pensamientos tienen un gran poder sobre ti, como piensas así te sientes. Empieza a trabajar en ellos.
Cambiar tus pensamientos no siempre es tarea fácil, en muchos casos acudir a un psicólogo para recibir la ayuda necesaria, puede ser de gran ayuda. Y es un gran síntoma no solo de inteligencia, sino de valentía.
Clínicas Origen, especialistas en Psicología y Psiquiatría
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