Tratar el trastorno de ansiedad desde la psicoterapia relacional
La ansiedad es un estado desagradable de temor que se manifiesta externamente a través de diversos síntomas y signos, y que puede ser una respuesta normal o exagerada a ciertas situaciones estresantes del mundo en que vivimos, aunque también puede ser una respuesta patológica y anormal producida por diversas enfermedades médicas y/o psiquiátricas.
Sin duda alguna la ansiedad es la problemática más presente en las consultas públicas y privadas de salud mental. Podríamos hablar del trastorno de ansiedad generalizada, del trastorno de estrés postraumático, de fobia simple, fobia social, trastorno obsesivo compulsivo y en general está presente en todos o casi todos los trastornos relacionados con la enfermedad mental como por ejemplo en los trastornos alimentarios, en las adicciones, etc.
Importancia del vínculo con el entorno en el abordaje de la ansiedad
Es bien sabido que existen muchas orientaciones en psicología para trabajar con las diferentes problemáticas mentales, entre ellas la ansiedad. Lógicamente yo creo que mi forma de trabajar con este tipo de problemáticas es la más adecuada, pero igual que para otro terapeuta es la suya y es con la que mejores resultados obtiene.
Me gustaría apuntar que creo que los psicólogos al final adoptamos nuestra teoría y práctica en función de nuestra formación y también de nuestro estilo personal por lo que nuestras líneas teóricas y de trabajo adoptadas tienen que ver con lo cómodos que nos sentimos con ellas.
Dicho esto, mi orientación es la Psicoterapia Relacional, en la que (muy escuetamente) se da mucha importancia al vínculo, a las relaciones que el paciente establece a lo largo de su vida, con los demás, con el mismo y en el caso de la terapia con el terapeuta también.
El ser humano es un ser social, sino fuera por los vínculos que las personas hemos creado entre nosotros hace muchos años que hubiéramos desaparecido de la faz de la tierra. Imagínate hace 3000 o 4000 años, un bebe recién nacido al que le dejan solo en cualquier lugar, ¿cuánto tiempo crees que tardaría en desaparecer de la faz de la tierra?
Bien, lo que quiero decir es que el ser humano es el animal más indefenso del planeta, solo por nosotros mismos sin la ayuda de nuestros congéneres no sobreviviríamos.
Necesitamos de los otros para afrontar nuestros primeros pasos en este mundo y que, si todo va bien esos otros, nuestros padres o cuidadores no solo satisfacen nuestras necesidades de protección, alimentación, etc., sino que nos traen al mundo mental y social, que nos ayudan en interacción con nuestra biología y contexto social-cultural a conformarnos como personas.
En nuestra infancia ante las dificultades de la vida, las cosas que nos provocan miedo, etc., están nuestros padres o cuidadores para calmarnos, contener nuestras angustias y ansiedades por medio de su contacto físico, del tono de sus palabras, de sus acciones para generarnos calma y el mejor bienestar posible.
Aprendemos a relajarnos, calmarnos, a sentir que podemos ser capaces de afrontar determinada situación a través de un otro, de su capacidad de contener nuestros estados afectivo-emocionales, de su capacidad para animarnos y alentarnos en la consecución de esos pequeños logros que para el niño son grandes logros con los que este irá adquiriendo el sentimiento de ser capaz, de ser lo suficientemente fuerte para poder afrontar las dificultades que la vida depara.
Afrontar las situaciones que generan ansiedad
Cuando hemos tenido la suerte de tener unos vínculos fuertes, contenedores de nuestras angustias, que entendían y sintonizaban con nuestros estados afectivo emocionales hemos interiorizado el sentimiento de ser capaz, de ser valiosos y válidos por lo que estamos capacitados con los suficientes recursos para afrontar determinadas situaciones que nos pueden generar ansiedad.
La manera más natural para aprender a afrontar las angustias y ansiedades que las situaciones de la vida nos depara es a través del vínculo esto ha sido así desde siempre, filogenética y ontogenéticamente.
Interiorizamos esta capacidad para contener y gestionar los estados afectivo-emocionales cuando hemos tenido vínculos, que como hemos visto antes, nos han servido de modelos.
Cuando no hemos tenido esta suerte y nuestros vínculos por diferentes circunstancias de la vida (ellos tampoco tuvieron buenos modelos, traumas, etc.) no pudieron o supieron aportarnos estas capacidades nos quedamos desprotegidos, inseguros e incapaces de gestionar de un modo adecuado las situaciones que nos generan ansiedad.
Psicoterapia relacional para gestionar las emociones que generan ansiedad
Desde la psicoterapia relacional es una buena manera de poder adquirir esa capacidad para contener y gestionar esos estados emocionales negativos, que nos pueden desestabilizar y llenar de ansiedad.
El terapeuta, a modo como una madre suficientemente buena, ha de ser ese vínculo de apoyo y confianza, capaz de compartir y contener las angustias y ansiedades del paciente para que este pueda aprender a gestionarlas mejor.
Reitero, la forma más natural de trabajar con las emociones tanto negativas como positivas es en el vínculo con un otro, es la compartición social de las emociones, es como hemos aprendido a hacerlo en nuestros primeros días y también en los primeros pasos de nuestra especie.
Cuando nos sentimos angustiados ante diferentes situaciones o en la vida en general esto nos causa malestar y el sentimiento de incapacidad para sentirnos bien puede generar una depresión, es por eso que la ansiedad y la depresión en muchas ocasiones van juntas e interaccionan afectando a la persona.
José González Guerras, Director de Centro Psicológico Self
Centro Psicológico Self en Masquemedicos
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