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Cómo vivir contigo mismo. Un nuevo y mejorado yo

5/5 - (1 voto)

Este viernes de película os dejo una recomendación fresca, recién, recién, puesto que la he visto hace pocos días y además está colgada en plataforma de streaming Netflix desde hace poco. Llegué a ella por casualidad, no es una serie de gran tirón, ni tiene muchas temporadas, pero su visualización me llevo a reflexionar aspectos psicológicos tanto de la vida en pareja, como de aspectos personales de la autoestima y la visión de uno mismo. Su nombre es Cómo vivir contigo mismo.

Cómo vivir contigo mismo. Sinopsis

La serie comienza ya mostrándonos al personaje principal Miles Elliot, apático, desgastado por discusiones con su mujer en las que ya ni se alzan la voz, desayunos con temas que no quiere resolver, como la idea de tener un hijo en una clínica de fertilidad y la asistencia a su trabajo.

Miles es publicista, en sus inicios en la agencia había ganado el premio lápiz de oro, pero ahora apenas participa y muestra su esfuerzo por ser creativo. Se ve mediocre, un término que me llevaría escribir largo y tendido puesto que este vocablo en realidad hace referencia a estar en el término medio, que sería lo ideal, pero en nuestra sociedad hace referencia a alguien que no ha alcanzado éxito y logros “importantes”.

Al día siguiente saliendo de su trabajo, un compañero le comenta que a él le vino muy bien acudir a un spa muy exclusivo, en el que consiguen que salgas de allí  feliz, y con una vida renovada por completo. Miles al principio lo duda, pero cuando al día siguiente analiza de nuevo su realidad no se lo piensa y acude. Allí se desencadenan ciertas escenas de comedia y nos cuentan lo que es el meollo de la serie.

En realidad ese spa es una clínica especial, cuyo objetivo es obtener una prueba genética de la persona para después clonarlo. Con el original suelen cometer un acto aberrante para no tener problemas, y así luego el clon sale por la puerta idéntico al original con los mismos recuerdos, pero con una actitud más positiva ante la vida y una sonrisa en la cara.

Para Miles la situación se complica cuando los dos acaban estando en activo y tiene que luchar contra un clon que es su versión mejorada.

Una versión mejorada de ti mismo

¿Cuántos de nosotros hemos pensado muchas veces lo genial que sería tener a alguien idéntico a nosotros que lo hiciera todo bien, como a nosotros nos gustaría o como los demás esperan que seamos?, pero cuando Miles observa a su clon, no todo es tan estupendo como parecía.

¿Y los demás?, quizá no nos toleran tan sensibles y agradables, tan simpáticos y serviciales. ¿Somos en realidad una pelea constante de nosotros y nuestras dudas?. ¿Funcionarían las relaciones de pareja si el otro de repente se convierte en lo que nosotros queremos, o en realidad nos gusta tener al lado alguien que a veces nos diga que nos estamos pasando, que discuta, que cometa errores, que no tenga siempre la palabra justa en el momento ideal?.

Me gustaría que visionarais la serie y respondierais a estas preguntas, sería un juego entretenido de autoconocimiento y autoestima.

Pensemos si alguien se quedara ahora con nuestra vida, nuestra pareja, nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestros hobbies, nuestros hijos… todo eso de lo que muchas veces negativizamos, probablemente podríamos irnos de incognito a una isla paradisiaca, empezar de cero en otra ciudad, pero ¿tendríamos preservada nuestra identidad, quien somos?. Quizá todo lo que tenemos, para bien y para mal, es fruto de las decisiones que hemos tomado y eso tiene un valor y tiene un logro que para nada puede ser algo mediocre.

La serie está protagonizada por Paul Rudd de una manera muy amena y creíble, y escrita y dirigida por Timothy Greenberg, acompañado de Jonathan Dayton y Valerie Faris (ambos, directores de Pequeña Miss Sunshine), que son especialistas en dotar de tintes emocionales aquello que tocan.

Comienza el fin de semana con una serie refrescante y banal, pero con un sabor filosófico que puede ser interesante para entrar de lleno en nuestro tiempo de ocio.

Silvia Santana

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