Consecuencias de no desconectar del trabajo en vacaciones
Las vacaciones estivales parece que llevan implícitas la palabra “desconexión” y no solo del mundo online al que vivimos sometidos, sino respecto a nuestro mundo laboral, algo que incluso parece que se da por hecho pero que para muchas personas es algo muy difícil.
Se viven diferentes situaciones, aquellas personas que presentan un perfil de alta exigencia y perfeccionismo laboral pueden llegar a sentir las vacaciones de verano como impuestas y tener la sensación de que están dejando aspectos de su trabajo a medias por lo que no se van de vacaciones totalmente relajadas.
Hace unos años Javier Brotons, psicólogo terapeuta especializado en este tipo de patologías y profesor de la Universidad Jaume I de Castellón comentaba que hay ciertas personas que entran en conflicto entre descanso y trabajo porque se sienten incapaces de sustituir sus quehaceres profesionales por otras actividades. Esto se debe a que viven el trabajo como la única forma de valorarse a sí mismos de una forma positiva.
Si somos muy controladores las vacaciones pueden suponer un estrés muy alto, un entorno de incertidumbre con muchas horas por delante o en sitios que no conocemos, entrar en contacto con amigos o familiares con quien solemos hacer “quedadas” más estructuradas y cortas de tiempo el resto del año…
Las nuevas tecnologías facilitan esta conexión laboral, tenemos el correo electrónico a mano, la agenda, en la Tablet incluso nuestra propia pantalla del ordenador de la oficina en casa.
Consecuencias de seguir conectado al trabajo en vacaciones
Frustración personal
Ni estamos trabajando ni estamos disfrutando del tiempo libre como nos gustaría. La insatisfacción será una de las emociones principales.
Somatización Física
Si la mente no desconecta el cuerpo no se relaja y pueden aparecer síntomas físicos que lo muestren como dolores de cabeza, dolores de espalda o molestias estomacales.
Comunicación
Las relaciones sociales se suelen ver influidas puesto que se nota a esas personas más ausentes o se les percibe preocupados. La mayoría de las veces la persona no expresa su preocupación a los demás porque da por hecho que al ser por un tema laboral en plenas vacaciones no va a ser entendido o incluso va a recibir críticas por lo que tiende a aislarse.
El sueño
Las preocupaciones da igual en que época del año se produzcan, si existen suelen mermar ciertas capacidades y la de adquirir un sueño reparador y relajante es una de ellas.
Sensación de vacío
Sin la gratificación laboral hay personas que no se sienten llenas por lo que ese deambular por actividades a las que no ven el sentido les genera una sensación de soledad y vacío temporal.
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